F-Zero X / Análisis (N64, 1998)

Pues ahora imaginaos como quedareis tras jugar al de la siguiente generación…

Junto con la saga Metroid, se podría decir que son las sagas «para adultos» más conocidas dentro del universo Nintendo,  principalmente por su dificultad, por su estilo gráfico o por su argumento…

Año 2560, el ser humano se ha expandido por la galaxia y ha conocido otras razas, y claro, la gente aprovecho el tirón y crearon grandes redes de comercio intergalácticas, forrándose de lo lindo. Pero ahora, una vez acomodados en lo más alto, estos magnates se aburren, asique deciden actualizar el deporte de la Formula 1 de la Tierra, creando así el Torneo F-Zero.

Con estas pinceladas argumentales que creo que traía el manual de instrucciones, o la caja del juego, porque en el juego en si no cuentan nada, nos dará la excusa perfecta para disputar carreras a velocidades vertiginosas. Con múltiples modos de juego, y posibilidad de hasta 4 jugadores, las risas, los piques y la diversión, están aseguradas.

A lo largo de 5 copas (2 tendremos que desbloquearlas), cada cual más difícil que la anterior, iremos disputando carreras de 30 vehículos, intentando por supuesto, llegar en primera posición. Podremos elegir hasta 30 vehículos, cada cual con diferentes atributos, y que variarán en cierta medida nuestra forma de jugar:

Peso: Afectará a la aceleración, velocidad máxima, como tomaremos las curvas,  y como nos veremos empujados por las otras máquinas.

Cuerpo: Esto afectará a la resistencia de la máquina, recibiendo menos daño de los choques.

Turbo: Esto afecta a la velocidad que aumentará nuestro vehículo cuando usemos el turbo.

Agarre: Esto afectará a lo bien que nuestra nave tome las curvas, así como cilindros (en los que en ocasiones podemos salir volando…), deslizándose menos.

Además, antes de comenzar la carrera, podremos cambiar el color de la nave y ajustar el motor, sacrificando aceleracion o velocidad máxima para aumentar el contrario.

Los controles no podrían ser más sencillos: tendremos un botón para acelerar, otro para frenar, otro para activar el turbo, y 2 para «deslizarnos» a izquierda y derecha, lo que nos ayudará a tomar las curvas cerradas. El resto de botones sirven para cambiar cámaras y ese tipo de cosas, pero lo básico es eso.

¿Pero en donde radica entonces la dificultad? En las pistas y en el sistema de turbo. Las pistas pues eso, curvas y velocidad, malas amigas, y por otro lado, nuestros vehículos tendrán una barra de salud, y siempre que choquemos con cualquier cosa, se reducirá… y bastante rápido. Por ello hay unos pequeños tramos rosas que restauraran nuestra salud, aunque es posible que no nos dé tiempo a curarnos del todo, y eso es malo, no solo por el peligro de explotar y quedar descalificados, si no porque no podremos usar el Turbo:

A partir de la 2º vuelta (son 3 por carrera), se nos activara la posibilidad de usar el turbo, cosa realmente útil por el subidón de velocidad que nos ofrece, lo malo es que nos restara salud, y claro, esto supondrá dudas que a 1000 km/h no tendremos tiempo de pensar.

Aquí están las pistas rosas de las que os hablaba, aunque no siempre serán tan grandes…

Sabiendo esto, ya podríamos jugar en casi todos los modos de juego:

Gran Prix: Elegiremos la copa que queramos jugar, y lucharemos por ganar las 6 carreras. Solo podremos jugar de 1, y competiremos contra 29 naves. Tendremos «naves de repuesto», o sea, vidas, por si explotamos o decidimos retirarnos para reintentar la carrera. Podremos seleccionar 4 modos de dificultad (a cada cual con menos vidas y rivales más competentes), y será necesario superarlos para ir desbloqueando cosas.

VS: para jugar multijugador, aquí competirán 4 naves, si no hay 4 jugadores, los puestos restantes los controlará una CPU. Podremos escoger copa y circuito de entre todos los que hayamos desbloqueado.

Time Attack: Competiremos solos contra el tiempo, o bien contra «fantasmas», es decir, nuestros anteriores tiempos.

Practice: Creo que es obvio, ¿no?

Antes de elegir fase, veremos un modelo 3d de lo que nos espera…

Death Race: Para superar este modo tendremos que aprender dos técnicas que no comente antes: El Slide Attack y el Spin Attack. Este tipo de encuentro se basa en destruir a los 29 vehículos rivales en el menor tiempo posible, empujándolos contra los bordes de la pista o mandándolos fuera en las zonas sin borde. Para ello, haremos uso de estas dos técnicas: La primera se ejecuta pulsando 2 veces R o Z (los botones para «deslizarnos» y ejecutar curvas cerradas), haciendo un ataque deslizante hacia derecha o izquierda, y así empujándolos (mejor cuando no hay bordes), y el Spin Attack, pulsando RRZ o ZZR, técnica con la cual empezaremos a dar vueltas, perdiendo velocidad y control, pero mandando a los adversarios a Cuenca, y si hay bordes, podemos hacerlos rebotar varias veces eliminándolos en poco tiempo.

Gráficos: Si es verdad que son simplones, especialmente los fondos, pero el diseño de los circuitos, vehículos y personajes son geniales, presentando estos un aspecto a comic americano. Durante las carreras, el efecto de velocidad está muy currado, y poco tiempo tendrás para fijarte en los gráficos de las naves.

Los loopings y los giros de pista serán constantes en los circuitos, además de saltos y estrechamientos…

Banda Sonora: Espectacular, melodías Heavy-Rock con veloces solos de guitarra acompañan de maravilla la velocidad de las carreras, y más de una se nos quedara grabada en la mente, como las míticas Mute City y Big Blue. Para mi este fue el mayor error de su secuela, F-Zero GX de Game Cube, que aposto por una Banda Sonora en plan Tecno futurista bastante aburrida.

Contenido: Superar todas las copas en las 4 dificultades (y es un juego de la vieja escuela, osea, novato es normal, normal es difícil, experto es chungo de cojones, y maestro «solo para asiaticos») nos llevará bastante, a no ser que pongamos el código secreto para desbloquear todo, espero que ese no sea vuestro estilo. Además el sistema de desbloqueo de personajes está bien equilibrado, permitiéndonos probar las naves poco a poco y disfrutar el juego.

En general es un gran juego de carreras, divertido, rápido y trepidante, pocos fallos se le pueden sacar, más allá de los gráficos normalitos y quizas algún otro modo de juego  más, pero bueno, para aquella época (e incluso ahora le hecho unas viciadas de vez en cuando) creo que fue un juego redondo… aunque eso sí, si os frustráis, id con cuidado, caerse por un barranco suele subir el nivel de rabia un 300%, y genera impulsos de lanzar el controlador contra la TV, quedáis avisados.