Grand Theft Auto V / Análisis (PS3, XBOX 360 – 2013)

– Ahhh, así que aquí estamos «Mickey». Se supone que ahora tenemos que escribir un bonito análisis sobre este juego. Ya lo estoy viendo, mientras nuestro amigo del barrio y yo hablamos sobre lo divertido que es GTA V y lo bien que nos lo hemos pasado, tú tendrás que sacar a relucir tu cultura de hombre experimentado para empezar a ponerle pegas al juego, ¿no «Mickey», gran amigo?

– Trevor, ¿por qué no te vas a tomar por c…? Ya te he dicho decenas de veces… no; cientos de veces que GTA V es un juegazo. Así que haz el favor de dejar de tergiversar mis palabras porque llevo jugando a esto más tiempo y te puedo garantizar que me lo he pasado como mínimo tan bien como tú con el juego, así que déjame hablar y tratemos esto como hombres, ¿de acuerdo?

– Oh, venga tíos, dejadlo ya de una vez. Siempre estáis igual, es el típico debate eterno entre un fulano que se saca las gafas de pureta y el cigarrillo para hablar de que él ha visto cosas en el juego que el resto de los mortales no vemos mientras otro mengano se descojona de cómo se complica la vida por tonterías.

– Escucha, Frank, no son tonterías. GTA V son palabras mayores. Estamos hablando del Gran Juego, de los 500 millones de dólares recaudados en la primera semana en ventas. Permíteme que te diga que ha sido un fenómeno como muy pocas películas o eventos hayamos visto jamás. Creo que lo mínimo que podemos hacer es desmenuzar un poco un juego al que habrá jugado la mitad de la gente que tenga una consola en casa, como poco. Y antes de que Trevor me salte al cuello, déjame decirte que me ha encantado. ¡Sí, joder, me ha gustado mucho! Dejando de lado los gráficos, que cada vez me importan menos; y que cuando te pones a jugar las mecánicas no te defraudan para nada, me ha encantado todo el avance que han hecho en las críticas al modelo de vida americano que exportamos. ¡Esto es América, chaval! ¡Fuck yeah! Pero más que América: es una crítica a todo el sistema de locos en el que vivimos. El capitalismo salvaje; los enfermos de las redes sociales; los ciclados; la fiebre por el famoseo, el postureo y la moda de endiosar a la gente que se gana la vida arrastrándose por platós de televisión; los Estados Unidos profundos, con sus chalados y su locura por la posesión de armas; la gente que se vuelve loca por hacer deporte cuando se acerca su crisis de mediana edad… ¡sí, la crisis de mediana edad! ¡Me siento identificado, joder! ¿Cuándo se había hablado de esto antes en un juego, a ver? Esto es un producto para sentarse y disfrutar de las miles de referencias, chistes u homenajes a series de televisión y películas que nos gustan a todos. Me lo he pasado como un enano, gente.

– Sí sí sí sí, claro amigo «Mickey», ya sabíamos lo que nos ibas a soltar. Como si los demás fuésemos unos asociales que nunca han conocido el mundo y no pudiéramos entender todo eso… ¡y una mierda! ¡AAAAaarggh! Joder, cómo me cabrea la moda de que sólo se hable de eso cuando se comenta un juego. ¡Pues yo también he pillado todo eso que dices, señor «Hipster Pureta»! Lo que pasa es que algunos preferimos otras cosas en los juegos, como que nos diviertan y sean entretenidos. Ohhh nena y GTA V se sale… jo jo jo… anda que no me lo he pasado bien con los tiroteos, las persecuciones y poniendo mis propias reglas en Los Santos: aviones, saltos en paracaídas, conducción y partes de disparos mejoradas, caza, triatlón, mujeres de compañía, compra de negocios, tuning… mejor paro porque no os quiero dar el coñazo. ¿Tú qué dices, chico del barrio?

– Pues no sé, creo que los dos lleváis razón. A mí lo que más me ha gustado ha sido lo bien llevado que estaba todo, las misiones, el mapa… un poco todo, tíos, no sé. Puedes ir de un sitio a otro del mapa sin tiempos de carga, y hay montañas, fondo marino para explorar, muchos vehículos, un mapa bien hecho… También me ha molado lo de poder cambiar de personajes en cualquier momento para hacer misiones con uno o con otro, o lo de echarnos una mano entre los tres cuando teníamos problemas en alguna misión. Al principio no me pintaba muy bien la cosa, pero vaya, funciona de maravilla y es original.

– Tienes razón Franklin: la forma de llevar a cabo los objetivos del juego funciona. No sólo es que colaborar entre los tres haya sido una sorpresa, sino que los tíos de Rockstar se han currado las misiones. Son muchísimo más variadas que en GTA IV y también más divertidas. Algunas misiones son de empezar a descojonarnos mientras las hacemos, como alguna de Trevor y en particular las que tienen que ver con las redes sociales o la industria del cine… ¡si es que en algunas nos vamos a ver totalmente retratados como «seres sociales»! Hay muchas cosas para hacer, y en los golpes «gordos» hasta nos dejan escoger dos maneras de preparar la misión. Me hubiera gustado un poco más de sigilo; está ahí, pero sólo de forma… ¿cómo decirlo? ¿Accesoria?

– También me han gustado las habilidades especiales de cada uno, aunque la mía apenas sirve para nada…

– ¿Cómo que «para nada»? Vale que conducir tiene menos importancia que en otros GTAs y el juego es muy fácil con todos esos puntos de control en las misiones, pero por fin han puesto que librarse de la policía tenga un sistema un poco lógico, y hay que ver los problemas que nos creó cuando pasábamos de las 3 estrellas. Siempre me estáis llamando de todo por gustarme los tiroteos, ¡pero es que aquí los han clavado, tíos! Ja, como para no gustarme. Y también nos han dejado pilotar muchos más vehículos, hacer más actividades, el mapa es muy variado… ¡si es que han mejorado punto por punto todas las vías que abrieron los otros juegos de la saga!

– Sí, Trevor. Oye, lo que sí… digamos que no me han terminado de convencer las misiones secundarias. Vale que hay muchas, pero algunas están a un nivel bastante bajo, salen demasiado derrotadas en comparación con las grandes misiones del juego, que lo cierto es que están a un nivel altísimo. Sí, hay muchos deportes, carreras, búsquedas… pero no termino de ver que me aporten algo por lo que seguir jugando, como sí hizo la historia, como sí hizo cada misión, en la que quería buscar algún chiste inteligente, alguna crítica ácida o, simplemente, una misión bien llevada, y os tengo que decir que Rockstar ha conseguido que siempre, y digo SIEMPRE haya encontrado alguna de estas tres cosas. El juego no tiene apenas altibajos, y  conseguir dejar esa imprenta en el jugador en un juego de 35 horas tiene mucho mérito. Y bueno, ya sabéis… ¿queréis decir algo más?

– Tíos, miradlo así: ¿os gusta Breaking Bad?

– Claro.

– Joder, sí.

 – ¿Y no os habéis dicho a vosotros mismos que quizá la razón por la que os gusta es que está muy bien hecha, sin más? Vale, sí, desmenuzar la obra y comentarla, todo eso… pero hay que defender la visión del currela, tío, no sé… conseguir sacarle a la semana 3 horas para jugar a un juego y que te guste todo lo que ves, ver lo bien hecho que está el juego y lo superior que es a casi cualquier serie, peli o juego de la montaña que acumulamos en el salón.

– El chico tiene razón. Y una cosa más… ¿os dais cuenta del poso a juegazo que deja? Quizá es el culmen de la generación, quizá no se pueda hacer mejor con estos medios, y quizá sea Rockstar currando como cabrones. ¿Los videojuegos son arte? No lo sé, chicos. No sé si GTA V es el arte del videojuego, pero dejadme deciros una cosa: lo que sí es arte es el trabajo duro y bien hecho, en cualquier ámbito y como producto de algo creado con el trabajo del hombre…

– Ya empezamos…

– … y por ahí sí que no tengo ninguna duda: GTA V es una pedazo de obra de arte.