Portal / Análisis (PC, Xbox 360, PS3 – 2007)

La historia de cuento de cómo Portal llegó a existir se ha convertido prácticamente en una leyenda. Un grupo del Instituto Tecnológico Digipen creó un proyecto de fin de carrera, Narbacular Drop, que fue mostrado en un evento de Digipen para desarrolladores que venían de visita. A Valve le gustó e invitó al equipo a visitar su sede. Antes de llegar a la mitad de su presentación, les habían ofrecido un digno trabajo a todos ellos. En octubre de 2007 fue lanzado un paquete llamado The Orange Box para PC y Xbox 360; la versión para PlayStation 3 vería la luz a finales de ese año, en diciembre. Este paquete contiene Half-Life 2, Half-Life 2: Episode One, Half-Life 2: Episode Two, Team Fortress 2 y PORTAL.

El resultado ha sido un juego de lógica en primera persona, irresistible más allá de la razón con un entramado de puzzle protagonista, y más divertido de lo que uno se puede imaginar. El juego vino de un equipo novato en su primer proyecto profesional, por lo que es el testimonio del talento dentro del grupo y el ambiente de consolidación notable en Valve.

El primer indicio de que algo nuevo está en marcha es el momento de apertura. Nos encontramos en una celda muy pequeña que se encuentra en una habitación blanca farmacéutica; con poco más que una radio, un inodoro futurístico, una cama, una pequeña mesa y lo que parece ser una cámara de animación suspendida. No parece normal, no es como empiezan la mayoría de los juegos, con una historia que contar. La siguiente pista sería la femenina y robótica voz cantarina de GLaDOS, algo que nos habla desde algún lugar desconocido, explicando que están a punto de comenzar las pruebas con el dispositivo portátil de portales de Aperture Science. Se trata del arma que utilizaremos durante todo el juego.

Así que empieza el juego y nos movemos a una cámara en la encontramos el dispositivo, primero el que nos permite abrir portales, de color azul; y poco después el que los cierra, de color naranja. Después de tratar de mirarnos nuestra espalda durante un rato a través de los portales descubriremos que somos una chica (Chell) que lleva un par aparatos ortopédicos peculiares por debajo de sus rodillas. Tenemos que avanzar por unas cámaras, GLaDOS se refiere a nosotros como Sujeto de Pruebas, parece peligroso y la cosa no pinta bien, pero nos han prometido un trozo de tarta al acabar, y como no parece que podamos hacer ninguna otra cosa, entonces hay que intentarlo y ver qué pasa. No sabemos muy bien donde nos encontramos, ni tan siquiera sabemos qué es lo que sabemos, así que lo único que podemos hacer es seguir las instrucciones de esa transmisión oral que al principio se muestra simpática y a medida que avanzamos su tono va adquiriendo un toque un tanto psicótico.

La dinámica de juego se basará en la resolución de puzzles, la mayor parte de ellos bastante sencillos, aunque con alguno que nos provocará algún pequeño quebradero de cabeza (a mí esto de la lógica a veces no se me da muy bien, y me vuelvo loca enseguida). La dificultad irá ascendiendo gradualmente en el juego y nos iremos encontrando en ocasiones con pistas en algunos rincones dejadas por un personaje anónimo que nos advierte acerca de GLaDOS y de sus intenciones, pero sin opción a poder hacer nada más que continuar, para llegar finalmente al momento en el que deberemos rebelarnos o ser traicionados y arder en las llamas sin haber probado el pastel. En mi opinión, ésta es la mejor parte del juego, ya que tendremos que poner en práctica todas esas cosas que hemos estado haciendo durante las pruebas para poder vencer a la máquina. Además, la ambientación claustrofóbica y tecnológica está muy bien lograda.

Lo divertido de ir creando estos rompecabezas es que nosotros no somos los únicos que podemos movernos a través de los portales; sino que los cubos, las esferas de energía, los androides y cualquier objeto/personaje movible los puede utilizar. O incluso, en ocasiones los usaremos para lanzarnos en “caída libre” y alcanzar lugares imposibles gracias al impulso que se conserva al pasar por los portales, aunque hay que tener en cuenta que no podremos hacerlos en cualquier tipo de superficie. Es ahí donde se encuentra la dificultad del juego, y el hecho de poder tener abiertos solamente un portal de entrada y otro de salida. Por lo que es necesario pensar bien la ubicación exacta y el momento justo en el que deben estar activados.

Podremos recoger cualquier objeto que nos encontremos, aunque el único que nos servirá para algo será el cubo, nuestro eterno aliado en el juego, que utilizaremos como contrapeso para abrir algunas puertas o para usarlo de escudo contra las ametralladoras de los androides, los cuales me ha sido imposible odiar por la singularidad de sus joviales comentarios.

¿Debilidades? La duración del juego no es su punto fuerte. Dependerá un poco de la lógica del jugador, pero ronda las 4 horas o menos, aunque los contenidos adicionales y los logros lo alargarán un poco más. En total son 19 cámaras sumándole a la última la búsqueda de GLaDOS y su posterior destrucción.

Lo mejor del juego es, precisamente GLaDOS, la voz que le da personalidad al juego. En sus comentarios utiliza un tono de humor satírico un tanto disimulado, que pretende desmoralizar al personaje, haciendo que nunca deje de sentirse como lo que la máquina le dice que es, un conejillo de indias y el hecho de que sepamos que finalmente acabaremos siendo traicionados por ésta, hace que cada vez sea más interesante llegar al final para descubrir qué nos deparará el destino, o más bien, GLaDOS. Además, el diseño de sonido está muy cuidado, desde la música ambiental que se escucha en cada momento de las pruebas hasta los pitusos androides diciendo cosas como “Yo no te odio” después de caer a otra habitación a través de un portal que has creado a sus pies. Incluso podremos escuchar durante los créditos esta canción dedicada que nuestra antagonista le canta a Chell.

Las ideas simples, a menudo suelen ser las mejores y, Portal, es sin duda una muy original para un juego de este tipo. A pesar de su corta duración, es digno de ser jugado, así que no os lo perdáis, sobre todo teniendo en cuenta que en Steam cada poco lo ponen regalado de precio, tanto Portal como Portal 2 (podéis ver el análisis aquí).