Remember Me / Análisis (XBox360, PS3, PC – 2013)

Analizamos con solamente unos meses de retraso Remember Me, la nueva obra de que Capcom nos presenta de la mano del estudio francés Dontnod Entertainment. Capcom se ha intentado adaptar a la generación que este 2013 verá su fin contratando a estudios occidentales para la realización de sus obras, consiguiéndolo exitosamente en ocasiones (Dead Rising) y llevándose un batacazo en otras (Dark Void). A modo de introducción diremos que Remember Me es un juego de acción futurista que surge de la mezcla de un montón de géneros, ambientaciones, estéticas y estilos de juego. Mientras el que aquí escribe jugaba los dos últimos días (lamentablemente la duración no es su fuerte) a este juego, me di cuenta de ciertas similitudes con obras coma Fahrenheit, Heavy Rain, Splinter Cell o God of War entre otros… y no estaba equivocado, pues en la desarrolladora Dontnod, fundada en el 2008, trabaja gente que ha participado en el desarrollo de dichos títulos. ¿Mezcla curiosa, no? Pero la realidad es que no han cogido precisamente lo mejor de cada obra antes mencionada.

Como todos sabemos que los franceses son muy suyos, la acción transcurre en Neo-París, una versión futurista de París en el año 2084. La premisa de juego es que unos tíos que curran en la mayor corporación del mundo, Memorex (sí, como la que vendía CDs hace algunos años), han estado jugando con el tema de los recuerdos y la memoria, popularizando unos cacharros denominados Sensen que se colocan en la nuca y que te permiten almacenar y adquirir recuerdos como si fuesen tuyos. La ventaja es que podrás olvidar a los dos abusones de clase que te agarraban cada uno por una pierna para luego estrujarte las pelotas contra el poste de la canasta del patio del colegio al que ibas cuando eras pequeño y la desventaja es que puede haber gente interesada en que te creas que por ejemplo, la cúpula del gobierno curra a destajo y ha conseguido reducir la tasa de desempleo de un 80% a un fantástico 30%. Todo esto da lugar a un tráfico de recuerdos, intereses comerciales, experimentos y entonces es cuando entran en acción los mutantes de las alcantarillas. ¿Qué? Sí, sí, en Remember Me tienes mutantes, robots estilo manga, robots estilo occidental, robots virtuales… etc y además con el tema de la realidad aumentada que el Sensen proporciona, las posibilidades son infinitas.

Toma spoiler… en realidad no lo es; los bichos éstos no se hacen esperar para romper la originalidad inicial del título.

Tras una pequeña introducción a modo de anuncio viral de televisión acerca de las bondades del Sensen, tomamos el control de Nilin, una cazadora de recuerdos con la habilidad de robar y modificar los recuerdos de todo bicho viviente poseedora de un Sensen. Lamentablemente nos despertamos en un psiquiátrico en donde los médicos pretenden borrarnos todos nuestros recuerdos para curarnos de nuestras fechorías pasadas, pero justo a tiempo nos contacta Edge, un misterioso personaje que nos da ciertas pistas para escapar y que además nos contará que somos una «errorista», formando parte de un grupo en contra del tráfico de recuerdos y todo lo que se ha generado en torno a él.

Para qué mentir… el culo de Nilin es lo mejor del juego y los desarrolladores de Remember Me parecen ser conscientes.

Por mi parte, tras aceptar que todos los artefactos virtuales y efectos extraños son fruto de la realidad aumentada o que se trata sencillamente de hologramas y que además cuando dichos hologramas nos hacen daño, lo hacen de un modo que… que bueno, sencillamente he aceptado, comencé a disfrutar más del juego. La introducción es espectacular, así como el momento en el que escapamos de la prisión, pero la siguiente media hora es bochornosamente pésima; de haber dejado aquí el juego, le hubiese dado un rotundo suspenso. Los primeros enemigos a los que nos enfrentamos tras haber visto unas secuencias de vídeo en los que las voces no están para nada sincronizadas con la acción, son los típicos mutantes… y además es aquí en donde comprobamos el pésimo y limitado sistema de combate. pero no pasa nada, aunque Nilin haga todo tipo de movimientos de combate por sí sola y creamos que lo que nos espera será todavía peor, demos una oportunidad a Remember Me. Desde aquí hasta la primera mitad del juego todo serán halagos y buenas impresiones si hemos sobrevivido a esta primera media hora de juego.

Intentaré dividir el contenido del análisis en los típicos apartados en los que se suelen dividir, pero antes hablaré de lo que haremos en Remember Me. Pelearemos a solas contra hordas de enemigo y soldados, utilizaremos habilidades especiales de Nilin para deshacernos de ellos, nos desplazaremos por la ciudad siendo acosados por robots o aparatos voladores, realizaremos saltos imposibles mediante las secciones de plataformas que el juego nos ofrece, nos introduciremos dentro de la mente de las personas para alterar acciones del pasado en su memoria, utilizaremos recuerdos de terceros para obtener acceso a ciertas zonas y nos enfrentaremos a jefes finales.

Gráficamente cumple su cometido y se ha realizado un gran trabajo con el Unreal Engine 3, motor que utiliza el juego. La ambientación de Rememer Me es sencillamente sobresaliente en los primeros niveles, con contrastes entre los bajos fondos de la ciudad llenos de mendigos, maleantes y borrachos y la parte alta de gente adinerada. La tecnología convive con el caos a ojos de todo el mundo sin que a nadie parezca importarle; mientras los de clase alta tengan para un par de birras, un recuerdo de viaje a Marte como el de Desafío Total y un paseo romántico con su pareja, poco importa que la ciudad esté plagada de una especie de seres mutantes corrompidos por el Sensen cual Smeagol por el anillo. Mediante la realidad aumentada veremos los horarios de apertura de los comercios locales, la temperatura ambiental e infinidad de detalles a la vez que vemos como androides que parecen recién sacados de la famosa obra de Fritz Lang, Metropolis, considerado como el largometraje padre de la ciencia ficción en la gran pantalla. Hay androides de limpieza, de combate, portadores de objetos e incluso androides prostitut@s.

Si te gusta la ciencia ficción, te encantará el diseño futurista de Neo-París.

Veremos también enormes rascacielos y paisajes impresionantes durante los primeros niveles que por desgracia como es típico de esta generación, serán de mírame y no me toques. Por poner un ejemplo en concreto, Nilin tendrá solamente una ruta posible, no siendo capaz ni siquiera de ir a la sala de enfrente si el guión no lo exige ni de saltar por encima de 4 latas de refresco tiradas por el suelo, mientras que en contraposición, podrá realizar saltos de 5 metros siempre y cuando sea por la ruta por la que has de ir. Además, el camino por el que ir estará siempre resaltado mediante flechas y si resulta que tardamos más de un minuto en avanzar, el juego nos proporcionará todo tipo de ayudas y pistas; y no es que de la impresión de que Remember Me sea un juego fácil, sino que además es que parece que nos toman por tontos. Solamente tendremos libertad para desplazarnos un par de metros si es que tenemos algún objeto que recoger, para lo cual el juego también nos proporcionará ayuda, mostrándonos una fotografía del punto exacto donde se encuentran. Los enemigos tiran en ocasiones armarios para cortarnos el paso y digo yo… ¿ Para qué? Con comerse un bocadillo e ir dejando que caigan las migas de pan sería suficiente para construir una fortaleza y evitar que Nilin pase.

El señor calvo de la foto ha tenido más suerte que nosotros a la hora de interactuar con el entorno. Neo-París, la ciudad del amor pero para nosotros la del mírame y no me toques.

Las fases de plataformas, como decía, están totalmente predefinidas, limitándonos solo a pulsar el botón de salto cuando el juego lo requiera. En ocasiones podrás caer desde una altura de 8 metros y nada sucederá, en otras morirás desde una altura de 4, en otras ocasiones podrás saltar 7 metros desde una cornisa a otra y cuando habitualmente pulses el botón de salto no podrás ni elevarte 30 cm del suelo. El juego no aprueba en absoluto en este aspecto, siendo el control de Nilin bastante impreciso.

Ostias, ostias y ostias en plan Hack and Slash es de lo que se compone el 70% de Remember Me

Para los combates cuerpo a cuerpo nos limitaremos a pulsar el botón de ataque y el de patada, realizando combos según el orden en el que los pulsemos. Poco a poco nos irán dando combos hasta alcanzar la «inimaginable» cantidad de 4 o 5 combos… algo que puede parecer muy limitado, pero van acorde con lo poco que dura el juego.  Iremos consiguiendo una serie de potenciadores de salud y otros denominados Pressens, de los cuales podremos conseguir hasta 24 en todo el juego. Dichos Pressens podrán ser de 4 tipos y podremos colocarlos en los combos que desbloquearemos; de modo que la habilidad del pressen se desplegará en el momento en el que lleguemos a él durante la ejecución de un combo. Si quieres, puedes colocarlos todos en el mismo combo para mayor efectividad y realizar en cada momento lo que te interese. Los tipos de Pressens serán*:

*Atención, lo siguiente es un coñazo, así que pasad completamente de ésto, lo he escrito porque es el típico día de lluvia en el que no hay nada más que hacer…

Pressens de ataque: De color rojo. Sirven para incrementar el daño del golpe y romper las armaduras de los enemigos más fuertes.

Pressens de curación: De color amarillo, regeneran tu salud de Nilin con cada golpe contra un oponente. Los tenderás a realizar seguidamente cuando estés a punto de morir. Además de este método de curación, también existen una serie de estaciones médicas repartidas por el escenario que regenerarán la totalidad de nuestra salud entre combate y combate.

Pressens de recuperación: De color morado, sirven para recargar tus bloques de energía. Aunque no sean muy importantes al principio sí lo serán al final por la insistencia de algunos enemigos en no morir Aunque no hemos hablado aún de ello, Nilin dispondrá de un serie de habilidades especiales que le proporcionarán diferentes podres en ocasiones imprescindibles para vencer a cierto tipo de enemigo. Una vez utilizados, tendremos que esperar entre uno y 3 minutos para reutilizaros, tiempo que podremos reducir gracias a estos pressens.

Pressens de cadena: De color azul, sirve para multiplicar el efecto de los Pressens anteriores. Es mejor ponerlo al final de los combos para multiplicar los efectos de todos los Pressens anteriores.

Nada más entrar a ciertas salas, sabrás que estás en la típica zona de combate en la que te saldrá enemigos de todas partes.

Los poderes especiales a los que Nilin tendrá acceso (en teoría son poderes que recordarás gracias al Sensen) a medida que avance en su aventura serán*:

*Atención, lo siguiente es también un coñazo, así que pasad también e id a otro párrafo; podréis dedicar el tiempo ganado aquí a leer otros artículos más interesantes en Jarcors…

Furia: Sirve para golpear más fuerte y a mayor velocidad, ideal cuando los enemigos son numerosos.

DOS: Permite paralizar a los enemigos a tu alrededor. Durante este tiempo podrás aprovechar para curarte o para pegar a ciertos enemigos invisibles que una vez aturdidos mediante este poder, aparecerán.

Bomba lógica: Una bomba lapa que podrás pegar a cualquier enemigo, terminando con ellos o disminuyendo drásticamente su barra de salud.

Óxido gradual: Te permitirá seleccionar a un robot enemigo y hacer que se una a ti, atacando a tus oponentes para luego autodestruirse mediante una gran explosión pasando un tiempo; ideal como distracción cuando los enemigos son numerosos.

Camuflaje: Te permite hacerte invisible, pudiendo acercarte a tus enemigos por la espalda y sobrecargar su memoria para eliminarlos al instante.

El sistema del combate del juego es sencillamente aceptable, no teniendo sensación de «tacto» durante los combates, algo muy importante en los juegos de este género y de lo que el juego carece. También podremos atacar a distancia mediante un arma denominada spammer, con la que además podremos aportar energía a ciertos elementos para moverlos a distancia. Los enemigos son variados pero se hacen repetitivos. Inexplicablemente algunos tienen una estética futurista de corte occidental con unos efectos y animaciones estupendos, pero otros como ciertos robots parecen recién sacados de Zone of The Enders o cualquier otra obra japonesa de la década pasada o de hace dos que  tanto en estética como en animaciones y efectos restan calidad al conjunto. Los enemigos humanos serán básicamente el mismo soldado con distinta armadura a excepción de los Leapers (o bichos mutantes feos de las alcantarillas).

El diseño de algunos robots enemigos es espectacular.

La parte que hereda de las obras de Quantic Dream son las escenas en las que entramos en la memoria de otras persona para modificar los recuerdos mediante un mini juego de solución nada trivial; teniendo que ir probando a base de ensayo y error la mayor parte de las ocasiones. Otorga un poco de variedad al juego, pero esto es todo. Durante el juego nos encontraremos con una serie de puzzles que realizaremos rápidamente pero que son de calidad; te hacen pensar lo justo para no romper la acción y podrían haber sido un gran punto fuerte del juego de no ser porque su número se reduce a tres. También encontraremos una especie de puntos en los que podremos sincronizar nuestras acciones con las de algún recuerdo para tener acceso a ciertos lugares.

Las fases en las que modificaremos recuerdos ajenos serán las mejores. La lista de obscenidades que se me ocurriría realizar con dicha habilidad es tremenda.

Los niveles son variados al comienzo y los jefes finales magníficos y variados hasta que, llegados a la mitad del juego, eliminan a los jefes finales de fase como tal y los niveles se vuelven bastante sosos en general salvo alguna que otra estancia. Se trata de un título con un potencial muy desaprovechado y no nos cabe duda que que la próxima obra de este estudio podrá estar a la altura de los grandes.

En resumen, Remember Me es un juego lineal y del montón pero con algunos puntos que lo hacen bastante entretenido para pasar como mucho un par de tardes. Es el típico juego de ir «p’alante» dando ostias por mucho que se haya querido disimular.