2-Bit Cowboy / Análisis (Android, iOS)

De la mano de Cascadia Games nos llegaba en el año 2014 2-Bit Cowboy, un juego basado en el salvaje oeste distribuido por Crescent Moon. Se trata de un juego cuyo diseño emula los gráficos de las primeras Game Boy, con unos sprites pixelados y una paleta monocroma en tonos verdes.

Jugando a 2-Bit Cowboy

El juego va directo al grano; tras las pantallas de carga tendremos que elegir el aspecto de nuestro personaje. Podremos cambiar el sexo, la cara, el sombrero y el cinturón, aunque es algo meramente testimonial que no influirá en la partida, pero se agradece. Seguidamente podremos elegir el nivel al que queremos jugar entre un total de 12, aunque tendremos que ir desbloqueándolos terminando el nivel inmediatamente anterior. Algo que me ha chocado es que uno de los niveles más difíciles sea el cuarto y que de ahí en adelante la curva de dificultad no aumente demasiado y que incluso haya niveles bastante fáciles, aunque tampoco están mal para relajarse, sobre todo si el juego se os acaba de cerrar inesperadamente al final de un nivel con un mensaje de error, como suele ocurrir.

Los puercoespines son los enemigos más molestos, pues se pondrán a rodar de un lado a otros cuando nos vean.

Una vez iniciada la partida, veremos a nuestro vaquero en pantalla, al que podemos controlar con una cruceta virtual a la izquierda y dos botones a la derecha que sirven para saltar y para disparar. De vez en cuando aparecerá un tercer botón que sirve para entrar en algunos edificios. Además existen también caballos y toros sobre los que nos podemos montar para saltar mucho con los primeros y atacar con la cornamenta de los segundos. Los animales desaparecerán al cabo de unos segundos y da la sensación de que podrían estar más aprovechados, ya que resultan totalmente prescindibles salvo que en alguna ocasión queramos alcanzar cierto lugar.

El objetivo del juego

El objetivo podría ser tan sencillo como alcanzar la salida de cada nivel, pero resulta que la gracia del juego no reside en ésto, sino en recoger una serie de cartas de recompensa que están repartidas por el escenario. En cada carta de recompensa podremos ver un objetivo que podrá ser matar a un número determinado de enemigos de un tipo o rescatar a ciertos animales.

Moriremos cuando se agoten nuestros cinco corazones de vida o cuando nos caigamos por un precipicio de los que pone un cartel de muerte al lado, pero habitualmente habrá una vagoneta en estos lugares con la que podremos cruzar el precipicio sin problemas, salvo que queramos arriesgarnos y coger algunas monedas que habrá por el medio.

Los niveles del juego

Los niveles del juego están llenos de precipicios y son muy escarpados, formando una red de túneles. Algunos de éstos tienen aguas subterráneas. Nuestro protagonista sabe nadar y además es inmune a las alturas, algo normal debido a las múltiples veces que nos caeremos por culpa del sistema de control. Si hay un precipicio no hay de qué preocuparse, pues podremos ir saltando y agarrándonos a cualquier superficie vertical para escalar. Se incluye doble salto y si disparamos mientras realizamos uno, dispararemos hacia abajo, algo que puede resultar confuso al principio, pero tampoco tardaremos demasiado en acostumbrarnos.

Es mejor pillar a los bandidos por la espalda, ya que no saltarán ni se darán la vuelta.

Además de los enemigos, los niveles están llenos de botellas, cajas y barriles que podremos destrozar. Dentro de todos los objetos habrá algo, ya sean botiquines para curarnos, monedas o en ocasiones, algún escorpiones. Hay que tener cuidados con las cajas, ya que algunas que contienen pólvora explotarán cuando les disparemos y si estamos cerca moriremos ipso facto. Además de las monedas que obtendremos al destrozar cosas y al matar enemigos, también existen muchas repartidas por el escenario. El dinero nos será útil para comprar un botiquín o un cerveza fresca.

Existen algunos edificios a los que podremos entrar parar:

• Médico: Podremos comprar botiquines de uno, dos o tres corazones.
• Casino: Aparecerán ocho cartas colocadas al revés y tendremos que voltearlas para formar parejas. Tenemos tres intentos, aunque en ocasiones son ilimitados porque el juego no funciona bien del todo.
• Bar: Podremos comprar cerveza y cubatas que nos harán invulnerables durante algún tiempo (según el precio del brebaje).

Algo común a todos los niveles es la música de fondo, ya que sonará la misma melodía en todos los niveles. Vale, la canción es buena, pero podría haber una o dos más. Al menos sonará una melodía distinta cuando entremos en algún edificio. Los efectos de sonido sen aceptables y están al nivel de lo que supone que suele ser un juego retro de hace más de 20 años.

Todas las misiones duran entre cinco y quince minutos, por lo que son aptas para echar una partida cuando tenemos un rato libre.

Los enemigos

Los escenarios de 2-Bit Cowboy están plagados de una fauna bastante peligrosa. Tenemos escorpiones, serpientes, murciélagos, pirañas y bandidos, siendo estos últimos los más complicados. Todos los enemigos tienen una ruta predefinida y no se saldrán de ella, por lo que ni tan siquiera los bandidos mostrarán ni un atisbo de inteligencia artificial salvo que nos crucemos en su camino. La mejor opción es disparar cuando nos den la espalda y perseguirlos hasta que se den la vuelta, momento en el que saltamos para volver a colocarnos a sus espaldas y continuar el proceso. También hay gallinas y ovejas no letales dando un paseo en los lugares más insospechados, a las que en ocasiones tendremos que rescatar pasando por encima de ellas.

Los problemas

Todo Cowboy termina encontrando problemas y si nos hacemos con este juego no estaremos exentos. El juego se parará aleatoriamente cuando llevemos más de 10 minutos jugando. No sé exactamente cual es la causa del problema, pero deduzco que es de la gestión de memoria. Dado que no se puede guardar la partida, es algo que molesta bastante cuando estamos cerca de la salida de un nivel.

También podemos ir saltando por los bloques inferiores, pero nos arriesgamos a caer al vacío.

Los problemas no se terminan aquí, pues el sistema de control no responde bien en ocasiones y puede que nuestro personaje se quede disparando por sí solo durante un tiempo indefinido. Además, cuando vamos escalando, los botones no responderán correctamente y nos caeremos al abismo, algo que puede molestar bastante si hay enemigos debajo o aún peor, un precipicio de los que te mueres cuando caes

En resumen

Es un título muy sencillo (demasiado) y la verdad es que es entretenido, pero los problemas antes mencionados impiden disfrutar del juego. Pese a todo, se trata de un buen plataformas al que sus creadores han definido como un «westernvania». Quizás en el futuro corrijan estos problemas, no siendo así una mala opción teniendo en cuenta que el juego cuesta menos de 1 €.00. Si sale una nueva versión sin bugs, hacédnoslo saber y subiremos en un par de puntos la nota del juego.