Afrika Korps vs Desert Rats / Análisis
El polvo cubre el chasis de los carros de combate. La arena en las orugas y los cañones sucios son pruebas elocuentes de que la jornada ha sido dura. Pero los pilotos y artilleros sienten la discreta euforia del que ha sobrevivido a otro día en el desierto.
Tras Haegemonia y Platoon, Digital Reality sigue con sus aportaciones al género de la estrategia en tiempo real. En este caso se trata de una fórmula de juego menos centrada en la gestión de grupos pequeños. Si en Platoon manejabas un máximo de 30 unidades, todas ellas muy especializadas, ahora se trata de dirigir divisiones acorazadas, infanterías, artillerías y apoyo aéreo.
El juego prescinde de la habitual recolección de recursos y de la construcción para tener unidades. Se trata de conservar las unidades de que dispones al principio y capturar las enemigas. Para ello, se ha diseñado un sistema de ataques especializados que permite inutilizar la maquinaria bélica enemiga sin destruirla. Si te apoderas de un carro blindado, basta con incorporarle tripulación propia para que pase a engrosar tu ejercito. De esta forma, a cambio de unas pocas unidades de infantería, puedes hacerte con una potente arma de combate. En algunas ocasiones, una unidad basta para manejarlas, pero nunca está de más dotarlos de una tripulación completa para aumentar su eficacia.
Las virtudes del método
Al basarse en una lógica como ésta, tan centrada en apoderarse de las más poderosas unidades enemigas y reciclarlas, el juego se hace un tanto lento en su desarrollo. Además, los ataques frontales suelen ser un suicidio, por lo que se impone la exploración y la cautela. Los escenarios son grandes y desplazar por ellos tus unidades de forma prudente lleva su tiempo. La áreas cubiertas por la niebla de guerra están llenas de sorpresas desagradables que debes evitar.
El juego incluye más de 70 unidades repartidas entre los dos bandos. Algunas de ellas tienen un alto grado de especialización, lo que las hace preciosas. Gestionarlas es laborioso, pero al menos dispones de la posibilidad de alterar la velocidad del juego para que las acciones rutinarias resulten más ágiles y que no te falte tiempo a la hora de tomar decisiones comprometidas.
En cuanto a las dos campañas de que consta el juego, hay que decir que la del Eje resulta bastante más fácil que la de los Aliados. Las misiones tienen objetivos variados, pero casi todos ellos se realizan de forma muy similar. Hay una serie de rutinas que no puedes ahorrarte si quieres tener éxito. Pronto las descubres y te ves obligado a utilizarlas una y otra vez, por lo que el desarrollo del juego puede llegar a hacerse un tanto monótono.
Antes de cada misión, asistes a largas introducciones con sus datos históricos, su descripción y objetivos y posibilidad de elegir qué unidades vas a llevar contigo. El juego te asigna por defecto un lote de unidades en función de los puntos que has obtenido en la anterior misión, pero tú puedes modificarlo siempre y cuando la puntuación disponible te lo permita. Las unidades especiales van aparte: se consiguen completando una serie de objetivos secundarios.
Claves bélicas
No te creas que todo en el juego se limita a fuego a discreción. Aquí la cosa resulta bastante más sutil y pesan mucho los matices.
- Planificación: No entres en combate de forma precipitada, porque eso es sinónimo de derrota segura. La planificación es tan laboriosa como imprescindible.
- Exploración: No puedes planificar sin haberte dedicado antes a explorar. Dispondrás de unidades para ello, aunque deberás moverlas con cautela.
- Captura de unidades: No podrás construir unidades, así que, cuando puedas, deberás utilizar los vehículos enemigos con ataques especiales y capturarlos.
La casa por la ventana
En lo que a acabado técnico se refiere, los desarrolladores no han reparado en gastos. Los escenarios son totalmente tridimensionales y deformables en gran parte. Por ejemplo, los carros de combate pueden hacerse un hueco en zonas boscosas aplastando árboles o incluso cruzar alambradas y derribar algo de los detallados edificios.
El juego otorga total libertad de cámara y da la posibilidad de seguir las acciones muy de cerca. Si lo haces, disfrutarás de un alto nivel gráfico al que debe unirse un extraordinario apartado sonoro, con sintonías a cargo de profesionales reputados como Ervin Nagy y Tamas Kreiner. La ejecución de las piezas ha corrido a cargo nada más y nada menos que de la Orquesta Sinfónica de Viena.
Hubiera sido ideal que esta pulcritud y este cuidado por el detalle hubieran venido acompañados de una mayor profundidad, una mecánica de juego más variada y un ritmo de partida no tan lento.
FICHA TÉCNICA
- Requisitos: Procesador mínimo de 1 GHz, procesador recomendado de 1,4 GHz. Memoria RAM como mínimo de 256 MB, memoria RAM recomendada de 512 MB. Tarjeta gráfica recomendada de 64 MB como mínimo de 64 MB.
- Multijugador: LAN 4 e Internet 4.
- Idioma: Textos en pantalla y voces en español.
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