Assassin’s Creed / Análisis (XBox360, PS3 – 2007, PC – 2008)
La historia del desarrollo de Assassins Creed nos lleva hasta el comienzo del desarrollo de la secuela del famoso Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo, denominada Prince of Persia: Assassin. El director de desarrollo, Patrice Désilets, propuso que el príncipe no fuese un personaje jugable y que, estando éste encarcelado, tomáramos el control de un asesino que debía rescatarlo en su lugar. La idea de un Prince of Persia en el que no controlásemos al príncipe no cuajó en Ubisoft y se tomó la decisión de crear una nueva IP con Jade Raymond como productora, cuya cara aparecería hasta en la sopa.
Tras casi dos años de hype a lo bestia, a finales del 2007 vio la luz el juego Assassins Creed. La trama se sitúa en el año 2012 y comenzamos controlando a Desmond Miles, un camarero que es secuestrado por Industrias Abstergo para ser obligado a interactuar con un dispositivo denominado Animus que, haciendo uso de las funciones de la memoria genética, le permitirá recordar y revivir los acontecimientos de sus antepasados, en concreto, viviremos los acontecimientos de Altaïr durante la Tercera Cruzada en la Tierra Santa en el año 1191. Altaïr forma parte de la hermandad de los Asesinos, que se encuentra en continua lucha contra los templarios para evitar que controlen tierra santa.
Aunque controlaremos puntualmente a Desmond, sus movimientos están limitados a 2 habitaciones y tan solo podremos caminar, escuchar conversaciones e interactuar con dos o tres objetos, siendo estos momentos una excusa para contarnos algo más acerca del interés de Industrias Abstergo en la memoria de Desmond. Nuestro protagonista estará dentro del Animus durante más del 98% del juego reviviendo las memorias de Altaïr, personaje ya orientado a la acción. He de decir que aunque la ambientación de la época de 1191 está excelentemente lograda, veremos en casi todo momento modernos destellos y efectos digitales introducidos a propósito con la excusa de que existen ciertos fallos de sincronización con el Animus. Además, dado que en el memoria genética de Desmond reside todo lo que jugamos con Altaïr, no podemos morir, siendo tanto nuestros errores como nuestra pérdida de salud sucesos que no ocurrieron y, entrando en juego la barra de sincronización sustituyendo a la de salud, perderemos sincronización en lugar de vida cuando nos hagan daño. La barra de sincronización se reestablece dejando que pase el tiempo o realizando ciertos eventos. Aunque la idea no parece mala, al menos desde mi punto de vista la sensación de inmersión en una época pasada se pierde en gran medida, aunque dejaré ésto en una valoración personal.
El juego comienza con un tutorial en el que nos enseñarán los movimientos básicos de Altaïr, que puede realizar acciones de perfil bajo o acciones de perfil alto, siendo las primeras orientadas al sigilo y a pasar desapercibido y siendo las segundas orientadas al combate, a la velocidad, a la acción y a liarla en general. Creo que el juego se complica demasiado dando un nombre propio a cada sencilla acción que realicemos, intentando de un modo frustrado revolucionar el género dando nombre a acciones ya de sobra conocidas tanto en juegos de sigilo como de acción y que además existen en la vida real. Podremos caminar, correr, esprintar, apartar a gente para pasar desapercibidos y no tropezar, escalar, saltar, sentarnos, mezclarnos entre grupos de gente… y en cuanto al sistema de combate podremos asestar distintos tipos de golpe, cubrirnos, contraatacar, esquivar, apuñalar a enemigos desprevenidos y un sinfín de movimientos. La mejor parte jugable se la lleva el combate cuerpo a cuerpo, que es sencillamente excelente, pudiendo elegir de un modo muy adecuado al enemigo al que queremos atacar o del cual deseamos cubrirnos, siendo el sistema bueno aún cuando nos enfrentamos a un gran número de enemigos… y vale, sí, mientras uno te ataca, los otros 10 se quedan mirando con cara de gilipollas, pero de lo contrario sería inviable un combate contra muchos enemigos. Tras superar un tutorial más soso que el agua del grifo dará comienzo el prólogo, una misión en la que deberemos recuperar un poderoso artefacto para el líder de nuestra hermandad, Al Mualim. Al comenzar dispondremos de todas nuestras habilidades y armas, pero dado que Altaïr rompe las reglas de los asesinos, es degradado al rango de novato, perdiendo casi todas nuestras habilidades y armas, teniendo además que realizar una serie de asesinatos para nuestro líder.
Según vayamos asesinando a nuestro objetivos, iremos ganando nuevas mejoras, habilidades de combate y armas como cuchillos arrojadizos para matar a nuestros enemigos a distancia. Las misiones de asesinato son geniales y como vemos todo pinta muy bien, pero por desgracia las misiones de asesinato a objetivos principales conforman menos de un 5% del juego, teniendo que SUFRIR el otro 95%. Antes de hablar de la parte gráfica, os haré un listado de motivos de por qué Assassins Creed es más repetitivo que comer una bolsa de pipas.
Nuestros objetivos se encuentran en diversos lugares a los que deberemos acudir a caballo, elemento que se han currado de un modo sobresaliente, siendo en general un placer recorrer las distancias que separan las ciudades. Existen 3 ciudades principales que son Jerusalén, Acre y Damasco, divididas cada una en barrio rico, mediano y pobre, pero salvo por las diferencias gráficas, nos dará exactamente lo mimo jugar en una que en otra.
En Assassins Creed el modo de entrar en las ciudades consiste en realizar una misión de defensa a un hombre al que los guardias acosan en la puerta de la ciudad y, tras defenderlo, se unirá a un grupo de monjes eruditos entre el cual nos podemos mezclar pulsando un botón y dejando que avancen por sí solos con nosotros hasta estar dentro y, eso sí, no dejéis de pulsar el botón porque os pillan. No sería un problema si este método fuese uno de los existentes para entrar en las ciudades, pero cada vez que vayamos a una nueva, deberemos defender al dichoso erudito al que los guardias acosan con las mismas líneas de diálogo y tras hacerlo, pulsar el mismo botón. ¿Pero qué coño es ésto? No busquéis métodos altenativos porque no los hay; en 1191 parece que solamente era posible acceder así a las ciudades.
Una vez dentro de la ciudad (de cualquiera porque es para todas igual), el siguiente paso será encontrar la casa de los asesinos y esperar a que un colega de la hermandad nos cuente a quién debemos asesinar y, aunque el colega es distinto, la casa de los asesinos es exactamente la misma en todas las ciudades. De momento, de las 9 veces que vayamos a una ciudad, deberemos hacer exactamente lo mismo en todas. Para colmo, el colega nos dice que debemos obtener información haciendo una serie de misione extra de las que hablo a continuación:
- Subir atalayas: Para que en el mapa del juego nos aparezcan el resto de misiones secundarias deberemos subir a unas 12 atalayas por barrio, siendo en total unas 110 atalayas en ciudades más alguna otra en los escenarios que se sitúan entre las ciudades. Subir a las atalayas no es ningún reto y todo elemento al que nos agarremos habrá sido previamente diseñado para ser agarrado por nosotros, siendo espectacular, pero aburrido. El sistema de escaladada de Shadow of the Colossus le daba mil vueltas al de Assassins Creed, siendo espectacular en lo jugable en lugar de serlo en lo gráfico. Lo que finalmente cuenta son las sensaciones transmitidas al jugador y permitidme que os diga que Assassins Creed no tiene nada que hacer frente a la obra maestra creada por Fumito Ueda. Las atalayas apenas suponen un reto, por lo que a partir de la tercera se convertirá en algo repetitivo para las más de 100 que nos quedan. El único aliciente lo obtendremos al llegar a la cima, en donde el juego nos muestra unas vistas espectaculares del entorno, algo que dada la belleza de los escenarios del juego puede valer la pena… pero además podremos saltar de todas ellas para realizar un salto predefinido que nos llevará a un carro con paja, siendo una animación divertida de ver aunque no la juguemos.
- Defender a ciudadanos: Veremos a un grupo de soldados acosando a un ciudadano y deberemos defenderlo de los guardias para que el ciudadano nos de o bien las gracias o nos de algún consejo de la universidad de la vida. Además si defendemos a un gran número de ciudadanos nos ayudarán agarrando a los guardias cuando estemos en problemas. Este tipo de misión es en realidad la misma misión repetida decenas de veces durante el juego, líneas de diálogo incluidas. Las única variaciones serán el número de guardias al que nos enfrentemos y que el personaje al que ayudemos pueda ser un hombre o una mujer, cambiando obviamente su modelo, textura y voz. ¿Divertido? No, pero aún menos divertido es saber que son las misiones secundarias más divertidas que haremos durante el juego.
- Escuchar conversaciones: Tendremos que buscar un banco (siempre un banco) cercano a los dos personajes que están conversando y tras pulsar un botón, la cámara se acercará y podremos escuchar una conversación distinta en cada misión. Esta mecánica vieja’l visillo se repite infinidad de veces.
- Hurtos: Al igual que en las escuchas, en lugar de sentarnos en un banco escucharemos una conversación mientras estamos de pié y, tras finalizar la conversación, deberemos centrar la cámara en el objetivo (cuidado, no nos vayamos a liar) y mantener la distancia adecuada para pulsar otro botón cuando estemos cerca de la víctima y así robarle lo que lleva. En caso de que nos descubra, la víctima llamará a los guardas y tras relizar uno de los infinitos y repetitivos combates, la misión spawneará de nuevo delante de nuestras narices, pero con un montón de cadáveres a nuestro alrededor que harán que los guardias que pasen nos detecten. Como no es posible cargar la partida, no nos queda otra que jodernos o buscar a un grupo de guardias para que nos mate y el entorno vuelva a su normalidad, tarea que puede llevar unos 3 minutos. ¿Pero en qué juego quieres que te maten? Además, el modo en que las víctimas nos podrán descubrir es bastante aleatorio. Esta misión se repetirá también infinidad de veces.
- Interrogatorios: Lo mismo (cuando digo lo mismo, es exactamente lo mismo) que los hurtos pero en lugar de mangar a nuestra víctima, deberemos esperar a que no haya guardias para liarnos a ostias hasta que nos cuente lo que queremos y, finalmente, matarlo en una animación no jugable. Idem, decenas de veces.
- Misiones para mimbros de la hermandad: Quizás las más interesantes, pierden eficacia por lo frustrantes que resultan. En ocasiones nos encontraremos con miembros de la hermandad que tras soltarnos un discurso de más de un minuto nos pedirán que realicemos tres tipos de tareas: Recoger unos estandartes coleccionables repartidos por la ciudad con tiempo limitado, matar a una serie de objetivos sin ser vistos y matar a una serie de objetivos con tiempo limitado sin ser vistos. Si fallamos, tendremos que volver a junto el miembro de la hermandad y repetir la misión con la complicación de que nos estarán buscando, por lo que de nuevo, será mejor buscar a un grupo de guardias y que nos dejemos matar para poder cargar la partida, volver a buscar al miembro de la hermandad y volvernos a tragar el discurso su discurso que no se puede saltar.
- Recoger estandartes: No es una misión en sí, pero optativamente podremos recoger cientos de estos objetos coleccionables que ni nombraría de no ser por lo poco que el juego tiene que ofrecer.
Seguimos ahora con lo que haremos el 5% de tiempo de juego restante en Assassins Creed: Tras completar las misiones secundarias adecuadas deberemos asesinar a nuestros objetivos principales, personajes con nombre y apellidos a los que ya es más entretenido asesinar. De todos modos, estas misiones palidecen ante las de cualquier juego de infiltración como Thief. Aunque las animaciones que veremos antes de cada misión están muy trabajadas, el desarrollo de las misiones no es nada del otro mundo y salvo en la misión final, todas duran menos de 2 minutos. Nuestros objetivos nos contarán cosas más o menos interesantes para la historia y tras completar cada uno de estos asesinatos deberemos volver SIEMPRE a la casa de los asesinos mientras todos los guardias nos buscan, teniendo que despistarlos antes de entrar porque si no la puerta estará cerrada. Tras ésto, veremos una cinemática con Al Mualim hablando y en la que nos podemos mover de lado a lado… difiriendo bastante del concepto de intros jugables que inició Half-Life en el año 1998.
Una vez os he contado todas las escasas posibilidades de Assassins Creed pasaré a alabar la parte gráfica, artística y sonora:
El apartado gráfico del juego es sobresaliente; las ciudades están llenas de vida y todos y cada uno de los elementos han sido extremadamente cuidados. Desde las ropas, los diseños arquitectónicos, las conversaciones de los ciudadanos, las vistas desde las atalayas, las animaciones de nuestro protagonista… sin duda es uno de los juegos más bonitos y mejor ambientados que he visto en toda mi vida. En el apartados sonoro, aunque no haya ninguna melodía que destaque, los sonidos ambientales han sido muy cuidados y las melodías son muy acertadas para la época en la que transcurre el juego.
Los habitantes de las ciudades tropezarán con nosotros, lo que lleven en brazos o los jarrones que algunas señoras lleven en sus cabezas se caerán, se asustarán si corremos o nos ven escalar, veremos mendigas que nos pedirán dinero, borrachos más pesados de lo normal que nos harán la vida imposible empujándonos… y un sinfín de cosas. La cantidad de horas dedicadas a crear las ciudades de Assassins Creed ha debido de ser inmensa… sin ninguna duda fue algo totalmente revolucionario para el 2007 si obviamos juegos que iban unos pasos por delante en cuanto tecnología pero no en el tipo de diseño realista que nos ofrece Assassins Creed, como Crysis. Como única pega podríamos decir que Altaïr no sabe nadar y será habitual caernos al agua si visitamos lugares como puertos.
El doblaje del juego es también bastante bueno, siendo habitual escuchar al doblador en español de Seann William Scott (es decir, Stifler) y a otros dobladores que nos sonarán de películas moderadamente famosas.
Me pregunto por qué no habrán dedicado ni siquiera un cuarto del esfuerzo dedicado al diseño a crear un buen juego. Assassins Creed es una serie de acciones predefinidas y repetitivas que suceden en un entorno… es como si hubiesen sido metidas a la fuerza y a última hora tras finalizar el diseño de los escenarios, dando como resultado un producto aburrido te guste o no te guste el género.
Un año después nos llevaba la versión del juego para PC, que siendo gráficamente igual de espectacular, solamente incluía a mayores una serie de misiones bastante malas. El sistema de control de Assassins Creed está pensado para ser jugado con mando y, aunque se ha intentado adaptar el sistema de control al PC, es recomendable jugarlo también con mando. Los requisitos mínimos eran también demasiado altos incluso para lo que el juego ofrecía, siendo el trabajo de optimización bastante malo.
Si no has jugado aún a sus continuaciones y eres de los de comenzar por el principio porque si no… pues no, recomiendo que lo sufras.
Buen análisis! Yo como voy de terceras partes en terceras partes, jugue al Assasins’ Creed 3 de Wii U. Y no me quedaron ganas de jugar otro. No es que me pareciera un mal juego, pero bueno tampoco, y porque pague 9€ por el, que si no, no lo habria jugado, pero es lo que tu dices, al principio mola lo del parkour, y lo de escalar, pero despues de hacerlo 2 o 3 veces, te das cuenta que son todo railes. Muy bonitos, bien ambientados, y muy detallados, pero railes.
Y por lo que me dijo un amigo que es bastante fan de la saga, cambiaron el sistema de combate a partir del 3, empeorandolo de sobremanera. No se como es exactamente el de los primeros AC, pero en el 3 es básicamente QTE’s enmascarados. Desviar con un boton, pegar con otro, pero es tonteria, porque tienes el boton de matar una vez has desviado el ataque, con lo cual acaba siendo un absurdo. Las animaciones si que molan, pero eso… a la 4º vez que ves la misma, pues desespera. Y puedes elegir varias armas, pero otro absurdo, lo mejor es la hoja oculta que asesina como nada… creo que intentaron meterle muchas cosas nuevas pero absolutamente innecesarias.
Muy cierto, lo de asesinar con la hoja como quien no quiere la cosa tiene su punto… y toda la razón en lo de las acciones predefinidas. Assassins Creed es un juego en el que no juegas; preferiría que hubiesen metido muchas menos cosas y que el juego tuviese algo más de «tacto». Cuando saltas, el personaje salta a donde el juego cree que debe saltar (o punto de salto más próximo), no a donde tu estimas que debería saltar en función de su posición. Si hasta los juegos de plataformas de la SNES era muchísimo más avanzados…
En este lamento decir que los combates también son QTEs… en realidad es así en casi todos los juegos de este tipo salvo que en los demás, las acciones transcurren a velocidades infinitamente más rápidas. En éste, la sensación de QTE está presente pero no me ha decepcionado del todo porque te deja pensar un poco los golpes, pero sí, hubiese sido mejor un sistema con menos movimientos, más acorde con el juego y más dinámico como el de los Prince of Persia o Devil May Cry.
Tiene momentos nefastos, como que para cambiar de arma se necesitan 5 segundos sin hacer nada para que se ejecute la animación completa y en ocasiones, resulta imposible encontrar el momento y como estás pendiente de cambiar de arma, te dan por todos los lados.
Es un juego bonito en el que no juegas.
Pues tengo pendiente el resto de la saga; contaba con comenzar el 2 la próxima semana pero me has dejado chof XD
Por cierto Varok; el Assassins Creed lo jugué con mi novia y mientras estábamos haciendo la comida o la cena, lo divertido era cocinar mientras el otro avanzaba en las misiones secundarias XD. Algo jamás visto.
JAJAJA… dios mio… de todas formas, el 2 deberias jugarlo, tengo un amigo que es fan de la saga y dice que es el mejor con diferencia… (¡el prota puede nadar!).
Pues lo probaré cuando terminemos con el Dante’s Inferno; la idea original era jugar al 1 para luego jugar al 2, pero definitivamente necesitamos un descanso… esperemos que cambie bastante o si no daré la talla para ser el cocinero en la próxima cena jarcor XD
No sé ni cuántos juegos de la saga tengo en casa. Creo que el 1 y el 2, pero ni idea macho.
Empecé el 1 y me acuerdo que salté a una bola de paja desde una iglesia; así finalizaron mis aventuras en la saga y, por lo que decís, así van a terminar. XD
Estoy jugando al 2 y aunque solo llevo 3 horas, nada que ver; infinitamente mejor. En el 1, si hiciste lo de la paja, ya te has pasado lo mejor del juego XD. Te recomiendo que juegues un par de horas al 2 antes de abandonar.