Dante’s Inferno / Análisis (Xbox360, PS3 – 2010)
Entre las sucesivas entregas de Dead Space, Visceral Games nos presentaba en el 2010 un juego del género hack’n slash tanto para la consola de sobremesa de Sony como para la de Microsoft. Parece que a sus creadores les va el tema de descuartizar enemigos, por lo que en esta ocasión tenemos un juego aún más sangriento que Dead Space. Si habéis jugado a algún God of War podéis ahorrarlos la lectura porque este juego es un clon que no se ha cortado a la hora de copiar punto por punto las mecánicas de God of War. Si cambiamos las armas de Kratos por una guadaña y por una cruz divina y avanzamos en la historia del juego unos 2.000 años, el resultado es Dante’s Inferno.
La historia del juego se basa en la historia de la divina comedia, controlando a un héroe de la tercera cruzada llamado Dante que intentará rescatar a Beatriz de las profundidades de infierno, en donde el diablo ha atrapado su alma. Si el creador de la divina comedia viese ahora mismo lo que se ha hecho con su obra pensaría «pero qué coñ...», pero recordemos que se trata de un juego y no de poesía, por lo que al igual que American Mcgee’s Alice adaptaba la historia de Alicia en el País de las maravillas con un excelente resultado, aquí se hace lo propio con la divina comida con un resultado no tan sobresaliente, pero en absoluto malo.
Dante ha cometido todos y cada uno de los pecados que se pueden cometer en su vida como cruzado a sabiendas de que una vez su despiadada encomendación divina tocase su fin, todos sus pecados serían perdonados por la iglesia. Comenzamos controlando a Dante como cruzado y en un descuido, le clavan un puñal por la espalda que hace que la muerte no tarde demasiado en visitarnos con su capa y su guadaña. Como Dante es un tipo duro de pelo en pecho, decide negarse a morir y enfrentarse a la propia muerte, a la que derrotamos para quedarnos con su guadaña y utilizarla como arma principal cuerpo a cuerpo. En el juego solamente existen dos armas y la otra es una cruz divina que nos permitirá atacar a distancia. Dado que en toda la saga God of War solamente se lo curraron en su primera entrega con las armas útiles, en Dante’s Inferno han optado por no liarnos y limitar bastante este aspecto aunque dado que dichas armas están en constante evolución, no sentimos en ningún momento la necesidad de poseer más.
Siguiendo con al historia, tras derrotar a la muerte, Dante regresa a Florencia para echar un quiqui con su amada Beatriz, pero ésta ha sido asesinada y el propio Lucifer se la ha llevado, por lo que al igual que en God of War, deberemos descender a las profundidades del infierno para traerla de veulta. Si en God of War nos liaban llevándonos una y otra vez de ida y vuelta al infierno, aquí lo visitaremos solamente una vez, puesto que es en donde tiene lugar la totalidad de la historia del juego. Siguiendo con las comparaciones, también tenemos algo similar a la furia de los titanes o ira de los dioses de God of War, entrando en un estado de redención que aumentará nuestro poder de ataque y nos volverá invencibles tras presionar a la vez 2 botones cuando la barra de furia esté llena, algo que ocurrirá a medida que vayamos matando enemigos. También dispondremos de varios poderes cuya disposición en el mando podemos personalizar:
- Sendero de Rectitud: Dante cargará contra los enemigos dejando un sendero de hielo a su paso.
- Protección divina: Una armadura de luz protegerá a Dante.
- Martirio: Realizaremos un poderoso ataque a costa de perder vida y maná.
- Pecados del Padre: Dante lanzará la cruz que cuelga de su cuello una vez la obtengamos para azuzar a distancia a nuestros enemigos.
- Tormenta de la lujuria: Dante se envuelve en una especie de torbellino cargado de feromonas femeninas que gimen de placer volviéndose más fuerte y resistente.
- Fruta del Suicidio: Completamente inútil; Dante la una manzana podrida al suelo para aturdir a los enemigos cercanos.
Tanto las armas principales comos los poderes pueden pertenecer al lado de la impiedad o a la lado de la virtud y lo más original quizás sea el hecho de poder absolver o condenar las almas de nuestros enemigos mediante nuestra cruz o mediante nuestra guadaña durante los combates o haciendo uso de un minijuego para los diversos personajes históricos que han pecado y que nos iremos encontrando durante nuestro viaje por el inframundo.
En el juego hay dos barras de experiencia en lugar de una: Si tomamos decisiones crueles, castigamos a nuestros enemigos y a las almas que nos vayamos encontrando y somos despiadados, la barra de experiencia de impiedad se irá llenando, mientras que si tomamos decisiones justas y perdonamos los pecados de las almas, se llenará la barra de la virtud. Del mismo modo que en God of War mejorábamos las armas con puntos de experiencia, aquí ocurre lo mismo con la diferencia de que existen estos dos tipos de experiencia. Podremos gastar la experiencie en aumentar nuestra barra de vida o de maná, en nuevos combos para nuestras armas o en aumentar la eficacia de nuestras magias. A diferencia de God of War, tendremos que elegir prioridades a al hora de mejorar, puesto que será difícil poder conseguir el mayor nivel de todas las habilidades en una sola partida.
La apertura de cofres, el sistema de engancharse a las paredes, los combos, el doble salto, el sistema de combate y toda mecánica de juego en general es idéntica a la de de God of War, por lo que deberíamos olvidar por un momento que existe si queremos disfrutar de este juego. Su dirección artística no está mal, aunque un solo tipo de escenario puede llegar a cansar, pero a diferencia de lo que ocurría con Dead Space debido a su excesiva duración para lo que se poca variedad que se ofrecía, este juego no llega a aburrir. También iremos recolectando una serie de reliquias que nos proporcionarán un pequeño aumento de ciertos atributos o protecciones frente a ciertos ataques, una novedad con respecto al juego de referencia que aunque no es revolucionaria, se agradece para dar algo de variedad.
La mayor diferencia podría estar en el hecho de que podemos controlar a grandes bestias subiéndonos a su lomo, pudiendo desde pelear hasta escalar rápidamente por altas torres o acantilados mientras las controlamos. Centrándonos un poco en los combos, son demasiado simples, consistiendo en presionar: Y,Y,Y o Y,Y,Y,Y para un ataque más potente, utilizando a lo sumo combinaciones de dos botones y sin tener en cuenta el tiempo o el momento adecuado para pulsarlos.
En cuanto a gráficos, son bastante adecuados salvo algunas texturas puntuales de baja resolución que desentonan bastante con el conjunto, pero el rendimiento es en todo momento muy bueno, con 60 imágenes por segundo constantes. En cuanto a diseño, no esperéis encontraros con majestuosos elementos como el Coloso de Rodas de God of War 2, pero si como punto de partida tenéis claro que se trata de otro juego, no creo que os decepcione. Los efectos sonoros son notables y la banda sonora adecuada a cada momento, con trompetas y tambores para las batallas y temas más épicos para los jefes, aunque no tendremos ninguna canción en concreto para el recuerdo.
En el infiero, Dante tendrá que atravesar los 9 círculos del infierno: El Limbo, la lujuria, la gula, la avaricia, la ira, la herejía, la violencia, el fraude y la traición, todos ellos pecados que Dante ha cometido (El pillín incluso le ha puesto los cuernos a su amada pensando que dios perdonaba), siendo el infierno su propio infierno según nos dice Lucifer en todo momento. En cuanto al diseño de los enemigos podemos esperar lo que en God of War, variedad, mayor carga sexual (veremos genitales masculinos y femeninos por todas partes, con mención especial al pene gigante que le han puesto al jefe final), aún más vísceras y cada uno con su combo ideal para ser ejecutado.
También tendremos jefes finales que no están nada mal y que a parte de leches también requerirán una ración de sencillos QTEs para ser ejecutados. A diferencia de lo ocurrido con God of War 3, no se ha abusado tanto del tema QTE, por lo que jugablemente podríamos decir que gana este juego aunque los combos se antojen demasiado simples y sí, admito que God of War 3 me decepcionó bastante.
La duración del juego es de unas 8 horas en normal, suficiente para los tiempos que corren y adecuado para lo que el juego ofrece. Al finalizar, se nos dará la oportunidad de repetir una serie de desafíos del juego individual que nos permitirán terminar de subir de nivel todas las habilidades de Dante. Si os ha gustado el juego de referencia y queréis una experiencia similar, id a por él, pero no esperéis nada revolucionario.
Lo tengo y lo jugaré… algún día. Buen análisis. Entiendo que no es tan bueno como los 2 primeros God of War. ¿Te gustó más que el Devil May Cry? A mí ese me encantó.
El Devil May Cry lo dejé a medias (no porque no me gustase) a ver si lo vuelvo a comenzar, que me pillé la edición de la XBox 360 que trae los 3 primeros en «HD».