Driver / Análisis (PlayStation – 1998)

¿Qué se siente al conducir un coche a toda leche siendo perseguidos por la policía?. Esta experiencia es exactamente lo que nos propone vivir este sensacional DRIVER.

Bien es verdad que la idea no es totalmente nueva. Vimos y vemos propuestas parecidas en Felony 11-79, Twisted Metal o en la saga Grand Theft Auto, pero nunca se habían alcanzado unas cotas de calidad, espectacularidad y ambientación tan elevadas (en sistemas anteriores a PSX) como en este juego.

Reflections consigue trasladar a PlayStation las persecuciones de coches de la películas de los 70 con una fidelidad asombrosa. Y el mayor mérito recae sin duda en el comportamiento de los vehículos. Las dos entregas de la serie Destruction Derby –de las cuales también son responsables- les sirve a este grupo de programación para evolucionar en sus conocimientos hasta conseguir colocar en pantalla unos coches que derrapan, que aceleran haciendo chirriar las ruedas, que hacen “trompos”, que “culean” cuando se frena bruscamente… en fin. Que parecen totalmente reales.

Y lo mismo a la hora de las colisiones. En cada golpe los coches se desplazan de manera lógica, se abollan, saltan decenas de piezas por los aires, se funden las luces e incluso pueden volcar e incendiarse.

Pero lo mejor de todo es que somos nosotros los responsables de todo esto, ya que podemos manejar estos coches a nuestro antojo gracias a un control exquisito, sencillo, que requiere de una mayor habilidad cuanto más temerarios seamos.

Jugando con el acelerador, el freno, el freno de mano y la dirección podremos hacer auténticas virguerías con el coche, a veces necesarias para escapar de la policía.

La acción se sitúa en cuatro ciudades de EEUU: Miami, San Francisco, Los Ángeles y Nueva York, que los programadores se han encargado de recrear a la perfección. Estas ciudades están representadas por inmensos mapeados 3D por los que podemos conducir libremente y en ellos todo funciona como si de calles normales se tratara: hay tráfico, semáforos, peatones y, por supuesto, coches de policía patrullando la ciudad…

Nuestro papel en el modo estrella del juego (Undercover) será el de un policía que se infiltra en la mafia con el fin de desarticular la organización. Por supuesto, las patrullas de policía no tienen ni idea del tinglado, y nos perseguirán sin descanso en cada una de nuestras misiones, que consistirán en cumplir con nuestro coche los encargos de la mafia. Todo ello está enlazado mediante un esquemático aunque suficiente hilo argumental. Sin polémicas, porque a pesar de incluir acción a raudales y espectaculares colisiones, en este juego no hay accidentes mortales ni atropellos; sólo diversión.

Pero en el juego hay más.

También podemos practicar con nuestro coche, conducir por el simple placer de recorrer las calles o participar en unos subjuegos que explotan al máximo la mecánica de las misiones.

Una vez hayamos superado algunas misiones en el modo Undercover, tendremos a nuestra disposición un modo de juego en el que podremos revivir algunas de las situaciones más importantes, pero desde una óptica mucho más arcade.

• CHECK POINT: hay que llegar a los puntos señalados en el mapa en el menor tiempo posible.
• GETAWAY: tenemos a la poli pegada al culo y hay que despistarlos a toda costa.
• SURVIVAL: la policía se ha vuelto loca y quiere destrozar nuestro coche. Objetivo: sobrevivir.
• DIRT ROAD: complicados circuitos en las afueras de la ciudad.
• PUSUIT: ahora somos nosotros los perseguidores. Hay que cazar al coche señalado.
• TRAIL BLAZER: hay que seguir el trazado marcado por las banderitas a lo largo de las calles de la ciudad.

Driver es espectáculo puro, un juego pensado para disfrutar a tope de la conducción desde una perspectiva cinematográfica y muy divertida.

Existe una opción que, en homenaje al cine, nos permite utilizar toda la secuencia grabada de cualquier misión para montar nuestra propia película. Para ello podemos hacer uso de numerosas cámaras situadas en diferentes lugares de la ciudad (incluso en los coches de policía), realizar travellings, cámara lenta, etc… Después uniremos todas las escenas grabadas para montar nuestra secuencia. Increíble.

El primer contacto con el juego es insuperable. Luego, tras varias horas, puede sufrir ciertos altibajos, pero en general ofrece emoción y diversión a raudales.

En fin, un juego que se sale de los esquemas en su época y que mezcla acción, velocidad y espectáculo bajo una calidad técnica soberbia. Tal vez por ello, por el hecho de que el potencial de Driver parece ilimitado, puede que bien avanzado el juego nos parezca que está algo desaprovechado, que las misiones podían haber dado más de sí (a veces se hacen repetitivas), que podía incluir más detalles (más vistas o un retrovisor, por ejemplo.)… pero, es imposible crear el juego perfecto, y éste casi lo es. Un entretenimiento de primera categoría que todos deberían probar.