Hagane / Análisis (SNES – 1994)
Hagane pasó sin hacer ruido en el catálogo de Super Nintendo para sorprender por su calidad y no por sus campañas promocionales.
Curiosamente, a día de hoy, es de los juegos más caros y difíciles de conseguir en el mercado de segunda mano.
En este juego encontraremos una mezcla de sabores que trascienden lo puramente visual o lo meramente argumental. Así, encontraremos plataformas, shoot`em up y, sobre todo, beat`em up. Los escenarios van de la más lóbrega oscuridad a la más brillante claridad.
El personaje hace las veces de aguerrido guerrero, de máquina de matar armada hasta los dientes y de ágil atleta. El juego evoluciona paso a paso, matizando y añadiendo situaciones a cada acción, a cada fase.
Básicamente se trata de un beat`em up de desarrollo horizontal. Las fases están compuestas de varios niveles, no muy largos, pero muy intensos. Al final de cada uno de ellos nos espera un semi-enemigo final que poco tienen que ver con los verdaderos guardianes. Monstruos enormes, extraños y de gran originalidad.
Diferentes estilos de juego se irán entremezclando, provocando variaciones en el desarrollo lineal habitual. En ocasiones el scroll os obligará a realizar frenéticas carreras evitando trampas y enemigos, en otras tendremos que trepar, e incluso a veces deberemos abusar del salto de nuestro guerrero sobre plataformas móviles. De esta manera se crea una dinámica tan variada que el jugador no tiene opción a aburrirse o cansarse.
Otro tema es la dificultad. La escasa barra de energía de nuestro protagonista no parece suficiente como para enfrentarse a la gran avalancha de enemigos. Además, al perder una vida hay que volver al principio del nivel.
Avanzar en Hagane es un ejercicio de paciencia y habilidad. Que el personaje se mueva bien y con rapidez, que reciba armas, energía y vidas extra, o que posea varios golpes especiales no es suficiente para derrotar a este juego que ha preparado Hudson. Se necesita ser muy fuerte para convertirse en samurái del futuro…
Digno de figurar en cualquier colección de videojuegos, Hagane pertenece a ese estilo de juegos en los que nada queda en manos de la improvisación.
La calidad de sus aspectos técnicos se aprecia sobre todo en la ambientación y en la variedad y movilidad de los personajes. Tampoco se queda atrás su sobresaliente banda sonora, que ayuda a matizar el mundo post-nuclear en el que se desarrolla la acción.
Destinado a un tipo de jugadores muy especial: aquellos que estén deseando enfrentarse con una aventura difícil, que les suponga horas y horas de esfuerzo, que les sorprenda a cada momento y que no decaiga ni un solo segundo. Todo eso lo encontraremos en Hagane…
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