Hitman: Codename 47 / Análisis
Vamos a hablar un poco de violencia perpetrada con profesionalidad y elegancia, haciendo la vista gorda al hacho de que no esté bien. Y es que Hitman no es malo, es sólo que el chico destaca en lo suyo y, qué demonios, el mundo le ha hecho así.
Hitman es un asesino a sueldo. Y no uno cualquiera. Puede presumir de ser el más despiadado, el más sigiloso, el más eficaz. El mejor, en definitiva. Y, además. tiene clase. Cada mañana se plancha el traje, se hace el nudo de la corbata, elige el arma adecuada y sale a la calle a ganarse las habichuelas. Sin piedad. pero con estilo.
Nadie va a nominarle para el premio Nobel de la paz, seguro que ni siquiera ayuda a las viejecitas a cruzar la calle, pero en su defensa hay que decir que no es un mal tío. No es él quien mata, son sus circunstancias. Vamos a ver, ¿qué harías tú si fueses el resultado de un experimento genético que combinaba el ADN de los cinco criminales más peligrosos del momento? Hitman no mata por placer o lucro, sino porque lo lleva en los genes. El hombre del traje oscuro es la demostración palpable de que el asesino nace y no se hace.
Aun así, a nadie le viene mal un poco de entrenamiento. Como en la inmensa mayoría de los juegos de acción frenético, Hitman: Codename 47 empieza con un modo tutorial imprescindible para ir entrando en materia. Nuestra cobaya necesita tiempo para familiarizarse con todo tipo de armamento. Y qué mejor para hacerlo que encargarte de una sencilla misión introductoria. En cuanto hayas calentado músculos y sepas cómo mover a Hitman. puedes ir probando las armas cuerpo a cuerpo y luego pasar a instrumentos cada vez más letales y de mayor calibre. Éste será tu primer contacto con el arsenal de mortíferos juguetes que ofrece el juego, aunque pronto aprenderás que los verdaderos profesionales no necesitan un rifle de francotirador para realizar su trabajo, ya que una de sus habilidades es ser capaz de convertir en letal hasta el más cotidiano de los objetos.
De hecho, el arma más peligrosa de Hitman es su cerebro. No es que el juego de IO Interactive sea revolucionario, pero sí se desmarca en este punto de los shooters de gatillo fácil que todos conocemos. Más que a las clonaciones de Quake, Hitman: Codename 47 recuerda a Half-Life y Thief, juegos que introducen elementos de sigilo y razonamiento práctico como alternativa la clásica fórmula de avanzar y disparar. Hitman tiene un par de cualidades que hacen su actividad cotidiana algo más variada y divertida: se mueve en la sombra y aprovecha las ropas de sus no demasiado inocentes víctimas para disfrazarse. Gracias a este dominio de las técnicas de camuflaje y sigilo, nuestro hombre puede entrar en casi todas parte con un modélico ahorro de munición y energías.
Algunos referentes
A finales de los 90 estaba de moda el tema de los asesinos a suelo, así que vamos a ver algunos de ellos y que, quizás, han podido servir para inspirar a la hora de crear a Hitman.
El asesino profesional es un tema recurrente tanto para la gran pantalla como para televisión. Algunos pasarán a la historia por ser especialmente despiadados, pero otros por su mezcla de frialdad y sentimientao.
- Nikita (TV): ¿Alguien recuerda esta serie de televisión? Tampoco es que fuese muy buena. Fue reclutada por la sección uno cuando apenas era una pobre chica que deambulaba por las calles. En la serie, esta rubia explosiva sufre para adaptarse a las estrictas reglas de la agencia para la que trabaja, pero eso no evita que sea uno de sus profesionales más eficaces.
- Leon: El profesional (1995): En esta película de Luc Besson, Jean Reno no deiaba títere con cabeza hasta que la encantadora Natalie Portman se cruzó en su camino. A partir de ese momento, combinó el papel de asesino a sueldo con el de protector de la infancia en peligro.
- Pulp Fiction (1994): Entre trabajo y trabajo, Jackson y Travolta hablaban de hamburguesas y de cómo llevarse al huerto a la novia del jefe. El discurso final de Jackson es toda una apología del criminal con dignidad, inquietudes y principios. Una obra maestra.
- Asesinos (1995): Richard Donner nos ofreció un duelo generacional entre Stallone, asesino de la vieja escuela al que la edad ha agrandado los escrúpulos, y Antonio Banderas, mátalotodo despreocupado y… algo pesado también. Nuestro actor más internacional pudo mostrar su lado más oscuro.
El mundo y yo
Aunque Hitman es una persona más bien solitaria, de su relación con lo que le rodea dependen sus posibilidades de supervivencia. Y no se trata solamente de su interacción con el escenario A diferenciad e otros títulos de la época, Hitman habla, pregunta, se informa, extrae sus propias conclusiones y poco a poco va desvelando una trama oculta de la que él es el centro.
Otra lección que debes aprender lo antes posible es que no hay por qué matar a todo lo que se mueve. Éste será un juego amoral, pero también equilibrado e inteligente. El mundo por el que se mueve Hitman es, como el verdadero mundo, un lugar lleno de gente que, en la mayoría de los casos, no tiene un papel especial. Simplemente están ahí, como extras. Así que no tiene ningún sentido matarlos. Seguro que muchos de ellos arrastran una lista de pecados que haría palidecer al demonio, pero se supone que eres un profesional y que no es tu tarea la de impartir justicia. Además, quien esté libre de culpa, que tire la primera piedra. Así que respeta a los transeúntes que poco o nada tienen que ver contigo, que luego ya se encargará el tiempo de poner a cada uno en su sitio. Eso si, no te permitas nunca el lujo de bajar la guardia. Si alguno de los transeúntes con los que te cruzas esconde una Uzi bajo la chaqueta, no dudes en disparar, por mucho que luego te veas obligado a darle explicaciones a tus superiores. Ése es otro elemento original: la agencia para la que trabajas no quiere muertes innecesarias y te multará si cree que te has excedido o te estás comportando deforma «poco profesional». Es lógico, ya que un buen asesino no deja huellas y un cadáver, por bien escondido que esté, es una huella muy grande.
El juego consta de 13 misiones repartidas en cinco escenarios distintos, Las primeras suelen consistir en hacerle el trabajo sucio a las fuerzas de orden público liquidando a algún malhechor, pero rescates de rehenes, sabotajes o misiones de reconocimiento también entran en la letra pequeña de nuestro contrato. Cada nueva misión es un poco más difícil que la anterior y los escenarios en que se desarrollan también son cada vez más grandes. En nuestro viaje, no está de más llevar siempre los prismáticos, no porque sean estrictamente necesarios, sino porque los escenarios son impresionantes, con un realismo equiparable al que exhibía Rainbow Six en su momento.
El motor del juego ha sido creado completamente por lO Interactive. Cinco años de trabajo ha invertido la joven compañía danesa (que debuta con este juego) en completar semejante artefacto, pero es evidente que los resultados hacen que haya valido la pena. Aunque es posible jugar a Hitman sin tarjeta aceleradora, a esas alturas todos teníamos claro que esto equivalía a perderse gran parte del espectáculo.
Los reflejos y efectos translúcidos de los cristales son uno de sus puntos fuertes. Imagínate que estás en la azotea de un edificio con un rifle francotirador y quieres hacer un disparo limpio a través del escaparate de un restaurante. Pues puedes hacerlo. Y también muchas otras cosas, como detonar bombas lapa o eliminar a un individuo con un simple trozo de hilo de cuerda de piano. Incluso con un poco de dinero y encanto personal es posible convencer a una camarera para que coloque un somnífero en el vaso de nuestro objetivo.
Para acabar de ponernos en situación, una excelente música ambienta el juego. Usando Direct Sound 3D Enviro mental Audio 2.0 (EAX) o Aureal A3D 2.0, que en el año 2000 era la caña, disfrutaremos de un sonido tridimensional muy útil para conocer la situación de posibles enemigos. Para poner un ejemplo de la importancia del sonido en este juego, imagínate que te escondes tras una puerta esperando al guardia de seguridad. No es que te haga una ilusión especial cargártelo, pero sus ropas son imprescindibles para pasar desapercibido, pero resulta que un compañero suyo hace una ronda. Si no actúas deprisa, el segundo guardia puede descubrirte mientras procedes a dejarle con un amigo menos. En la vida real, te acercarías a la puerta para escuchar los pasos del que hace la ronda y asegurarte de que se alejan. Aquí puedes resolver el problema subiendo el volumen de los altavoces. Oirás nítidamente como los pasos van del altavoz izquierdo al derecho y luego se pierden en el silencio. Llegó el momento de actuar.
Las herramientas de un profesional
Un buen profesional como Hitman sabe correctamente qué arma debe elegir en carda ocasión. Aquí tienes algunas de ellas, aunque el repertorio que ofrece el juego es muy amplio.
- Cuerda de piano: Es una de las armas más sencillas y más importantes. Con esta pequeña cuerda de fibra podrás ahogar a tus enemigos para provocar una muerte limpia y silenciosa, dejando la ropa perfectamente limpia para luego poder ponértela tu.
- Beretta 92 con silenciador: El silenciador es sinónimo de trabajo bien hecho. Una pistola con silenciador puede llegar a ser tu única arma en muchas misiones.
- UZI: No dispararás más rápido que con una de éstas. Su mayor problema es que se agota demasiado rápido el cargador. Solo recomendable para trabajos rápidos.
- Blaser Jagdwaffen R93: Es un rigfle de francotirador. Es el arma más precisa de todas. Verás como mientras apuntas con el objetivo, el punto de mira no está del todo quieto. Respira y, entre latido y latido, dispara.
Manual del perfecto homicida
Manejar a Hitman es muy sencillo. Lo vemos por la espalda, en una clásica perspectiva en tercera persona, realizamos los movimientos esenciales con el teclado numérico y manipulamos objetos y armamento con el ratón. Podremos correr o caminar. Un aviso: correr y arrastrar cadáveres a la vez es imposible, ya que nuestro asesino es un tipo corpulento, pero su capacidad física tiene unos límites realistas.
Una de las materias primas esenciales de este simulador de asesinatos en cadena es el dinero. Cobrarás mucho, pero vas a necesitarlo para casi todo. Los sobornos, por ejemplo, van a salirte más bien caros. Aunque no tanto como el equipo específico que decidas llevarte contigo antes de cada misión y que, por desgracia, no corre a cargo de la empresa.
La lA artificial de los enemigos es tal vez uno de los puntos que más dejan que desear. Cumplen mínimos, pero tendrían serios problemas para pasar un test psicotécnico. En concreto. sorprende que un policía vea a un compañero suyo tendido en el suelo, más tieso que la Estatua de la Libertad, y no tarde más de un par de minutos en olvidarlo y seguir con lo suyo más contento que unas pascuas. De todos modos, hay que tener en cuenta que los simpáticos transeúntes pueden no ser tan inocentes como parecen a simple vista. Si nos ven hacer algo sospechoso, se pondrán a chillar cual Penélope Cruz en la ceremonia de los Oscar, o incluso peor, le irán con el cuento a los chicos de la pasma o a tus enemigos. Sabemos que la tentación es demasiado grande, pero te aseguramos que la solución a este ligero inconveniente no es una 9 mm. Si te han visto es porque no has actuado con suficiente cautela, así que vigila más la próxima vez. Piensa, además, que mucho peor es que te vean los malos, así que nada de abrir en su presencia puertas por las que se supone que no deberías pasar, forzar cajas fuertes en sus narices y no digamos sacar un arma.
Despropositos en la inteligencia artificial al margen Hitman: Codename 47 es un juego que seduce por su singular mezcla de ideas originales, ambientación elegante y jugabilidad completa y muy equilibrada. IO interactive debutaba con un luego de una frescura insólita.
Texto basado en la publicación original de GameLive
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