Hotline Miami 2: Wrong Number / Análisis (PC, PS3, PS4, PSVita – 2015)

Analizar una secuela no siempre es fácil, y menos si la primera parte fue el juego indie de 2012 para gran parte del público. Pero Jonathan Soderstrom y Dennis Wedin aceptaron el reto de mejorar y hacer grande su título.

Una de las premisas de Hotline Miami 2 se base en el archiconocido «si algo funciona, ¿para que cambiarlo?» Y lo que es mas importante: el público objetivo buscaba eso precisamente. Dennaton Games, ni cortos ni perezosos, le han dado al público justo lo que quería, un juego mas largo, mas violento y argumentalmente mas confuso. Si la historia de la primera parte nos torturó el cerebro a base alucinaciones y la música de M.O.O.N., la segunda parte directamente juega en otra liga.

Debo de reconocer que me costaba imaginar una secuela de Hotline Miami, pero estos dos suecos han conseguido que me quite el sombrero y me descubra otra vez ante su genialidad. Las historias cruzadas, la música machacona y la endiablada dificultad siguen estando ahí, pero potenciadas. Niveles mas largos, configuraciones de escenario mucho mas complicadas, y variaciones jugables que no llegaba ni siquiera a concebir.

El alegato anti-violencia sigue estando ahí. Mataremos gente, aunque no tendremos muy claro por qué lo hacemos. Pero nos divertiremos mucho acabando con la vida de mafiosos colombianos y rusos, porque seguramente se lo merecían,¿o no? La gran virtud de Hotline Miami sigue estando en el modo en que nos confunde, al punto que no sabremos si lo que estamos jugando es solo un delirio del protagonista, o si de verdad hemos matado a gente. Eso, unido a la genial banda sonora, crea el clima perfecto para pensar que todo lo que esta ocurriendo puede que sea una alucinación. O puede que no. Eso quizá nunca lo sabremos, y es justo el efecto que consigue Dennaton Games en el jugador.

Los niveles, a diferencia de la primera parte, son mucho mas amplios, incluyendo localizaciones como Hawái. Estos niveles incitan a un estilo de juego mas conservador, donde el jugador tendrá que arriesgar muchísimo a la hora de enfrentarse a los enemigos con armas de fuego. En la primera parte, no era difícil pasarse los niveles solo con armas blancas. De hecho, el juego casi te animaba a hacerlo. En esta secuela, las armas de fuego son muy importantes, y serán clave para completar alguno de los enrevesados niveles a los que nos enfrentaremos.

Aparte, otro gran punto diferenciador será el de los personajes. A lo largo de la aventura, llevaremos a un variado elenco que irán desde un detective, pasando por una especie de justicieros que emulan las «hazañas» de Jacket, hasta un escritor. Cada personaje tendrá sus características. Por ejemplo, el escritor no usará armas de fuego y no matará a los enemigos, a no ser que el jugador lo fuerce. Tendremos armas duales e incluso uno de los justicieros serán dos personajes a la vez.

Terminar los niveles con clasificación A+ seguirá siendo un reto al alcance de unos pocos privilegiados. Principalmente, el juego te desafía directamente a jugar  agresivo, y con una capacidad de respuesta endemoniada. Hay muchos mas enemigos por nivel, y bastantes de ellos portarán armas de fuego. Aún así, completar el juego no será una tarea muy dificil. El juego es justo dentro de lo que cabe, y la sencillez con la que nos permite regresar a la vida forma parte de su mecánica principal, y la ejecuta con maestría. Aparte, tras acabar el juego, desbloquearemos el modo difícil, que incluirá alguna escena extra para motivar a los jugadores a su compleción.

Su naturaleza de secuela tienen una gran influencia en su duración, ya que la dobla respecto a la primera parte. Unas siete horas en mi partida, incluyendo las repetidas muertes fruto de la mecánica de ensayo y error.

Gráficamente, vuelve a ser una carta de amor al píxel. Sencillo y eficaz, pero al mismo tiempo tremendamente original en su planteamiento y ejecución, donde Dennaton vuelve a demostrar que hay un nicho de mercado amplio para el píxel y los gráficos mas toscos, pero con encanto.

Hotline Miami 2 es todo lo que se esperaba de él: mas largo, variado y violento. Tampoco se puede achacar un arrebato de conservadurismo a Dennaton Games, puesto que estos chicos han innovado dentro de lo que han podido, pero manteniendo completamente la esencia del original. Como detalle, comentaron en una entrevista que Hotline Miami 2 es el final de la saga, y de ahí que dentro de poco vayan a sacar un editor de niveles para el juego, cuya finalidad sigue siendo la de que el público cree sus propias secuelas a partir del material original.

Mención aparte la banda sonora, tan increíble como la primera, con los temas de Perturbator, Jasber Byrne, M.O.O.N. o Mega Drive, y que convierten a Hotline Miami 2 en un juego especial.

Un juego brillante, con una ejecución excepciona, y que posiblemente acapare muchos premios en no mucho tiempo. Y una muestra de lo que dos chicos pueden hacer con su creatividad y talento, hacer tambalear los cimientos de la industria del videojuego moderno.