KAO The Kangaroo / Análisis
Tras la era de South Park, si un canguro orejudo y de colores pretende ganarse nuestro respeto lo menos que puede hacer es ponerse un par de guantes de boxeo.
A veces hay juegos que salen al mercado sin apenas promoción previa y, claro, pasan desapercibidos. Sin embargo, me pongo muy nostálgico al pensar en la gran cantidad de pequeñas perlas del software a las que nadie hace el menor caso, ni siquiera la compañía que las edita. Seguro que muchos de esos juegos podrían haberse vendido estupendamente con un poco más de apoyo. Pero, desengáñate, éste no es el caso de Kao the Kangaroo, un juego que no sólo ha pasado desapercibido sino que, además, se lo merecía.
Jugando a KAO The Kangaroo
¿De qué va KAO The Kangaroo? De un canguro que se dedica a perseguir mariposas por el jardín de su casa y, sin saber muy bien cómo, es secuestrado por un cerdo y éste lo mete en una jaula en la que además, hay un par de guantes de boxeo. Nuestro objetivo tras liberarnos es recorrer una isla exterminando a todos estos pobres cerditos. No es que sea un planteamiento demasiado interesante, la verdad.
Al menos es un título rico en el factor H: Humildad y Honestidad. A simple vista parece un plataformas infantil para jugadores poco exigentes. Y es que es exactamente éso. Si los fallos de programación y las mecánicas de juego poco lógicas te molestan, será mejor que te compres un curso de costura por fascículos y te olvides del marsupial de colores y sus 25 flamantes escenarios. Kao the Kangaroo no está al nivel de los grandes del género para PC como Rayman o Croc 2 por nombrar algunos buenos ejemplos de juegos anteriores a éste, aunque KAO The Kangaroo también salió a la venta para Dreamcast con el mismo éxito que en la plataforma del teclado y el ratón. Incluso diríamos que se queda varios pisos por debajo de Frogger 2. El plataformas del canguro irrita y hasta desespera, y su torpe interfaz tiene gran parte de culpa. Para que te hagas una idea, cada vez que el marsupial muere tienes que empezar a recorrer el nivel desde el principio. Bueno, eso si no has ido acumulando unas banderitas rojas muy escasas y difíciles de encontrar y te has dedicado a plantarlas en el lugar desde el que quieres reemprender tu camino.
Cuando peguemos a un enemigo con nuestros puños la cosa no mejora, ya que a pesar de lo tontos y torpes que parecen los bichos que pululan por la isla en la que transcurre el juego, nuestro canguro es aún más estúpido, teniendo que estar excesivamente cerca de ellos, momento en el que ellos pueden golpearnos si no somos lo suficientemente rápidos.
Gráficos, música y escenarios
El juego presenta las típicas texturas coloridas y resultonas con un modelado en 3D bastante sencillo. Los escenarios son bastante variados, ya que habrá zonas con hierba, lava, nieve… etc. Además, estos escenarios tienen un número de objetos considerable, como plantas, piedras, arbustos y esas cosas. Nuestro canguro y sus animaciones también son sencillamente aceptables.
El problema viene cuando nos movemos, ya que el motor gráfico ofrece todo menos suavidad, con continuas subidas y bajadas de imágenes por segundo (hablamos de los ordenadores de la época), siendo ésto más evidente en la versión de Dreamcast. En espacios abiertos el juego se volverá incluso incontrolable, algo que estropea por completo cualquier juego de plataformas, ya que caernos de una, suele significar la pérdida de una vida. A día de hoy no es que el juego mejore mucho con un ordenador más potente, ya que el canguro ha envejecido del peor modo.
Y eso por no hablar de lo absurda y problemática que es la cámara dinámica, que parece diseñada para esconderte al canguro y hacer que tropiece con los elementos del escenario. A mediados de los años 90 podía aceptarse que un plataformas tridimensional no resolviese del todo bien problemas de este tipo, pero en el nuevo milenio, ya no. Y si seguimos entrando en detalles más bien intolerables, hay que decir que la música cansina y repetitiva tampoco ayuda a que le cojas cariño al juego.
La paz interior
Eso si, a lo mejor este juego te ayuda a recuperar la paz y el equilibrio interior, ya que necesitarás grandes dosis de filosofía oriental para decidirte a acabarlo sin perder los nervios. En su día podría haber sido un buen regalo navideño para ese sobrino odioso y cabrón que tiene de todo menos buen gusto y sentido del humor.
Para que no me termine un juego que comienzo, muy malo tiene que ser, avisados estáis, aunque si no conocíais esta joyita de juego, mis disculpas por habéroslo mostrado.
Suspenso Suspenso! el nombre del juego me sonaba, pero gracias a dios, nunca lo jugue. Tiene pinta de ser ese tipico plataformas simplon, básico, aburrido y feo. ¿El ala delta se da controlado? xDDD porque con lo de la camara, seguro que te estampas con 8 de cada 10 obstaculos.
La parte del ala delta es sencillamente pasable dentro de lo que es el estándar de calidad del juego. Así que ya te haces una idea.
simplemente por curiosidad, se me dio por mirar un gameplay, y lo peor es que descubri que el juego no solo tiene version 2d para GBA (casi tan mala como esta, al parecer), si no que tiene 2º y 3º parte!! (al menos la tercera parece que solo se vendio en Rusia y Polonia xDDDD)
Sí! La segunda parte está además disponible para PlayStation 2. Tengo la necesidad de hacerme con ella! Lo de la tercera si que no lo sabía XD. Parece que finalmente han exiliado al pobre canguro.