La Tierra Media: Sombras de Mordor / Análisis (PC,PS4,XONE,PS3,X360 – 2014)

Siempre es agradable encontrarse buenos juegos de aventura de vez en cuando. El caso que nos atañe, Sombras de Mordor, pilló por sorpresa a mas de uno. Desarrollado por Monolith Productions (no confundir con los japoneses Monolith Soft, creadores de Xenoblade Chronicles), llegó a las tiendas el pasado mes de Septiembre para casi todas las plataformas. Resulta curioso que Monolith venía de hacer juegos variopintos como Gotham City Impostors, y su última gran aportación al videojuego seguía siendo F.E.A.R. 2: Project Origin. De repente, verlos haciendo un juego sobre El Señor de los Anillos, y concretamente una historia puente entre El Hobbit y El Señor de los Anillos, fue un poco raro para los que conocemos sus antecedentes ligados a los shooters.

Tras la impresión inicial, el juego no deja de sorprender, tomando ideas de otros juegos y usando algunas propias como el sistema Némesis, del que hablaremos mas adelante. Fue comparado con la saga Batman Arkham, e incluso con Assassin’s Creed. Si bien hay que decir que tiene muchas reminiscencias de ambos, se desentiende en algunas mecánicas, incluyendo una progresión RPG a base de runas. Las runas son una de los pilares de la jugabilidad. Son mejoras para las armas, y que en muchos casos serán vitales para la supervivencia de nuestro protagonista. El otro pilar son las mejoras típicas al subir nivel, que aquí son un arma de doble filo: mejorar mucho a nuestro personaje puede facilitar demasiado las cosas, hasta el punto de ser una especie de semi-dioses sin rival en el campo de batalla. Este hecho creó, y sigue creando, muchas quejas en la comunidad, especialmente la que busca en los videojuegos un reto de superación personal.

El tema de la historia generó mucha controversia. Principalmente, los fans acérrimos de Tolkien enfurecieron ante la posibilidad de que el arco cronológico de la saga fuera «ensuciado» por un videojuego. A la hora de la verdad, no pasó a mayores y parece que ha habido un alto nivel de tolerancia a la historia de Shadow Of Mordor. Reconozco que es un juego, que sin ser fan de El Señor de los Anillos, es perfectamente jugable y disfrutable por un amplio público. ¿Y de que trata el argumento? Talion, un Montaraz y guardia de La Puerta Negra, es emboscado por Uruks Hai en su puesto de guardia. Acaban con su mujer y su hijo, pero en el momento de morir él, es poseído por el espíritu de un elfo, y se convierte en un espectro que vaga por Mordor en busca de venganza. Y de paso, descubrir la historia tras el espíritu que lo ha poseído. El hecho de que Talion esté ya «muerto» es parte imprescindible de la jugabilidad.

El ejército de Sauron se puede ver en el menu de opciones, con todos sus capitanes y lugartenientes. Matarlos nos dará puntos de poder, e incluso podremos crear una rebelión entre sus filas. El dinamismo de esto reside en el sistema Némesis. Al matar a un capitan, otro le sucederá, y en el caso de que un orco regular acabe con Talion, este será ascendido a capitán, y así sucesivamente. Recordemos que a Talion se le ha negado la muerte, el no puede morir de ninguna manera. Al morir, resucitará en una de las torres de forja, que se desbloquean con un sistema parecido al de las atalayas de Assassin’s Creed. Pero estos capitanes también aprenderán gracias al sistema Némesis. Si nos enfrentamos a uno, y huimos, al volver a encontrarnos con él, habrá aprendido de sus debilidades y sabrá como contraatacar mejor a Talion. Y si alguno nos mató, nos lo recordará, y se asegurará de atacarnos con mas crudeza. Puede parecer una tontería, pero este sistema es una de las mecánicas mas «next-gen» del momento, puesto que la progresión del ejército es única para cada jugador. Cada capitán que nos mate, saldrá marcado como objetivo de venganza, y prioritario en la jerarquía.

Uno de los puntos mas tópicos de Shadow Of Mordor sigue siendo el de las mecánicas de mundo abierto, donde bebe directamente de la competencia. Cada torre de forja que desbloqueemos, abrirá a su vez nuevas misiones secundarias para la mejora de nuestras habilidades, y la localización de coleccionables. Aquí es donde podremos alargar el juego de manera sensible, y al mismo Talion, mejorarlo a nivel dios, por lo que si buscas una experiencia difícil, evita todas las misiones secundarias posibles.

Los combates son muy dinámicos, gracias a las distintas habilidades de Talion: podremos ejecutar a los orcos, poseerlos e incluso aterrorizarlos, todo a base de combos. Disponemos de asesinatos sigilosos, e incluso un arco manejado por el espíritu del elfo. Gracias a la naturaleza imprevisible del sistema Némesis, habrá combates donde podremos encontrarnos a 6 capitanes e incluso a unos 70-80 orcos a la vez atacándonos. Esos combates suelen ser una locura, y requerirán todos nuestros reflejos y sentidos para salir airosos. E incluso podremos huir si el combate nos sobrepasa. También podremos manejar distintas bestias, montarnos en ellas y seguir la matanza orca. De hecho, el primer gran contenido descargable, El Señor de la Caza, trata sobre esto mismo.

Gráficamente, el juego es muy bello, e incluso tiene un modo foto, donde podremos editar el renderizado en tiempo real, añadirle filtros y ajustar otros detalles como si de Instagram se tratara. Usando LiteTech Engine, propiedad de Monolith, llegamos hasta la recreación mas increíble de la Tierra Media, y concretamente, de Mordor, realizada en un videojuego. Y que decir de la optimización: en el caso de la versión analizada, la de PC, el juego se mueve fluido y sin caidas en un ordenador un tanto antiguo. Pero en ordenadores de gama alta y a buena resolución, se ve el poderío y potencial que se le va a poder sacar al hardware actual con un poco de mimo. Sorprende que use casi todos los efectos de DirectX 11, y que se mueva tan fluidamente.

Un juego muy adictivo, para los amantes de los juegos de aventura, y sobre todo, que disfruten asesinando orcos sin ton ni son. Quizá pueda pecar de repetitivo, pero hoy en día, no hay muchos juegos que tengan la virtud de sorprender cada minuto, y Sombras de Mordor hace su trabajo de manera increíble, ridiculizando a los supuestos juegos que copia, como Assassin’s Creed Unity. Por el contrario, el mapeado solo consta de dos grandes zonas, y tampoco son excesivamente grandes, pero como compensación, están muy detalladas y son geniales, cada una a su manera.