Simon The Sorcerer 3D / Análisis
Simon fue el primer adolescente con calzado deportivo que pisó la dimensión paralela de los dragones y la brujería. Siete años después, este simpático y algo mordaz aprendiz de hechicero vuelve a la carga. Y, una ves más, con el brujo Sórdido como principal enemigo.
No hay dos sin tres
El joven Simon lleva ya unos cuantos años deambulando por esos mundos de Dios, aunque sus dos primeras aventuras fueron en 2D.
Simon The Sorcerer (1993)
Las andanzas de nuestro pequeño héroe comenzaron cuando encontró un cofre danzarín en cuyo interior estaba «El viejo libro de hechizos». A través de él, Simon cruza un portal mágico que le trasporta a un mundo de fantasía.
Simon The Sorcerer II (1997)
Simon tiene un par de años más, pero sigue usando sudaderas blancas y calzado deportivo. Su misión vuelve a ser escapar de la dimensión paralela en que ha sido atrapado, pero en esta ocasión Sórdido no resulta tan fácil de vencer.
El nuevo y el viejo Simon
Simon es un superviviente de la edad de oro de las aventuras gráficas, esa época en que descubrimos la partida multijugador sin necesidad de Internet, sólo gracias al intercambio continuo de informaciones y consejos que nos permitían avanzar paso a paso hacia la última pantalla. LucasArts fue el precursor de este género que combinaba bonitos gráficos en 2D con situaciones curiosas y diálogos llenos de sentido del humor, pero fueron muchas las compañías que se subieron al carro entre finales de los 80 y primeros de los 90. Y Simon fue el resultado de esa corriente.
La historia del aprendiz de brujo empezó con Simon the Sorcerer en el ya algo lejano 1993 y tuvo continuidad cuatro años más tarde. el secreto de su éxito era que Simon, además de introducirse poco a poco en el noble arte de la magia, demostraba una extraordinaria capacidad para no tomarse nada en serio y superar las situaciones más peligrosamente disparatadas con una sonrisa en los labios. ahora que los libros de Harry Potter nos han acostumbrado de nuevo a la idea de que un niño se convierta en mago, los creadores de Simon han creído que era un buen momento para hacerle volver.
El nuevo Simon estaba pensado para ser una aventura gráfica al viejo estilo, con sus dos dimensiones y su estética sencilla y pulcra pero Head First Productions cambió de opinión a última hora y optó porque el juego fuese en 3D. Personalmente, no creo que eso suponga una mejora, pero sí es bastante probable que ayude a que el producto se venda un poco mejor.
El punto de partida es curioso: el mago Sórdido sigue con su desesperado intento de convertirse en amo del mundo. Para ellos ha puesto una droga en los populares refrescos de cola que tienen loco a todo el reino. Simon se enfrentará a él de nuevo después de que su mentor, el mago Calypso le eche un cable uniendo de nuevo su cuerpo y su alma.
Como Simon acaba de resucitar, deberemos dedicar algo de tiempo a dominar sus movimientos (corre, se agacha, interactúa con el entorno y usa objetos) si no queremos perdernos en un mar de teclas que complique mucho nuestros avances en la aventura.
Sin ángulos muertos
La perspectiva en tercera persona con cámara dinámica suele plantear problemas técnicos que Head First Productions ha resuelto con eficacia: en Simon the Sorcerer 3D no hay ángulos muertos ni es habitual que la cámara te desoriente. La primera persona sólo se utiliza en momentos puntuales, sobre todo para hacer más fácil la interacción con alguno de los objetos. Como en Grim Fandango, tu personaje explora el escenario y centra la vista en puntos determinados cuando descubre algo de interés.
El uso de Netlmmerse 3D el motor que animaba Prince of Persia 3D, garantiza una detallada recreación en tiempo real de luces y sombra, pero decepciona comprobar que a Simon, Calypso, Runt, Swampy y compañía no les ha sentado nada bien el paso a la tercera dimensión. Se han incorporado buenas animaciones, pero el diseño de los personajes es algo lineal y el detalle de los rostros pobre.
A Simon no le ha sentado nada bien el 3D
Eso sí, si hablamos de sus dimensiones físicas, Simon the Sorcerer 3D es un juego inmenso. Casi cualquier puzzle, por sencillo que sea, va a hacer que andes más que los hobbits de El Señor de los Anillos. Algo que en una aventura gráfica tradicional se resolvería en unas pocas pantallas, en Simon the Sorcerer 3D implica largas idas y venidas hasta que encuentras los objetos adecuados y das con la combinación precisa. El número de escenarios es más que aceptable, sobre todo si tenemos en cuenta que éstos son muy grandes, así que prepárate para explorar templos, bosques, pantanos, minas de enanos, el Nexus, una cueva de un dragón y la mismísima fortaleza de Sórdido.
Como siempre, gran parte del atractivo reside en los largos menús de diálogo y en la forma en que combinan sentido del humor algo irreverente con la información básica que necesitas para avanzar. Puedes optar por una versión abreviada (limitada a la información básica) si no te divierten las ocurrencias de Simon o te hartas de tanto parloteo, pero en ese caso te perderás tanto parte de la diversión como uno de los alicientes para volver a jugar cuando lo completes, en busca de personajes nuevos o un final diferente.
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