De vez en cuando surge algún juego que rompe todos los moldes establecidos y supone una auténtica revolución en el sector, superando cualquier tipo de calificación y escapándose de los propios límites que le imponga su género. Soul Calibur es uno de esos pocos “elegidos”…
En su momento, y sin temor a equivocarme, estamos ante la mejor realización técnica que se haya desplegado jamás en un juego para una consola.
De acuerdo que Dreamcast es una máquina potentísima, pero había que saber aprovechar las posibilidades de la consola y realizar un juego inmenso, pleno de diversión y posibilidades. Y Soul Calibur lo consiguió.
Hay que tener en cuenta que hablo de un género bastante especial como es el de la lucha, que aunque cuenta con muchísimos seguidores, también es verdad que hay una gran parte de usuarios que no le encuentran la gracia a esto de dar golpes sin cesar. Pues bien, me atrevo a decir que estos últimos cambiarán de parecer tras disfrutar unos minutos con Soul Calibur.
Y es que la calidad técnica de este juego es una auténtica pasada. Tal vez os podáis hacer una idea si os digo que, tras muchas horas de juego, todavía me sigue sorprendiendo. Cuesta creer que unos personajes tan grandes, que casi se comen toda la pantalla, estén tan bien modelados, presenten todo tipo de detalles y se muevan con una rapidez y una suavidad sin precedentes. Y a esto hay que añadirle los alucinantes decorados y el impecable catálogo de luces, sombras y todo tipo de efectos visuales que conforman un trabajo impagable. Y no quiero olvidarme del apartado sonoro: las sensacionales melodías, épicas, perfectamente amoldadas al juego, sólo pueden compararse con los geniales efectos de sonido.
Hasta aquí hay que reconocer el indudable mérito de Namco al saber aprovechar (hasta la fecha), la todavía casi desconocida potencia de Dreamcast, y al haber aportado todos sus conocimientos en un terreno que domina a la perfección como es la lucha.
Y es esto último precisamente lo que conlleva que Soul Calibur sea mucho más que una extraordinaria demostración tecnológica.
Manejar a los luchadores resulta una verdadera delicia. Su respuesta al pad es insuperable, el control exquisito y, a pesar de contar con un repertorio de golpes inmenso, la mayoría no ofrecen ninguna dificultad, ni siquiera los más contundentes y demoledores.
Todo esto ayuda a que cualquier neófito en el género pueda parecer un consumado experto, pero también que los mejores especialistas tengan ante sí un escandaloso compedio de combos, contras, guards impacts y todo ese catálogo de movimientos de ataque y defensa que vimos en, por ejemplo, Tekken 3, y que sitúan a cada uno en su sitio a la hora de demostrar sus habilidades en el torneo.
Además, las armas que porta cada luchador, al igual que las dos posturas diferentes que ofrece cada personaje, dan como fruto un juego tremendo y aumentan las posibilidades de cada luchador casi hasta el infinito. Descubrir luego la espectacularidad y el ingenio de cada golpe es ya el no va más.
Para rematar la faena, Namco nos vuelve a deleitar con su completo abanico de modos de juego que, además de los clásicos, incluye una joya llamada Mission Battle que, en asociación con el Museo, destapan las inmensas posibilidades que este juego ofrece también para un solo jugador.
Todo es extraordinario en Soul Calibur y eso hace que nos encontremos ante un auténtico acontecimiento en el sector, ante uno de esos juegos clave en la evolución de los videojuegos.
Y fue Dreamcast quien se llevó la palma.
MODOS DE JUEGO:
- SURVIVAL: El objetivo es intentar superar el mayor número de contrincantes, a un solo round, y recuperando sólo una parte de la barra de energía.
Cuantos más superemos, mayor será nuestra hazaña.
- EXTRA SURVIVAL: Similar al modo Survival. Hay que eliminar al mayor número de luchadores en un solo combate, con la salvedad de que aquí los combates duran un suspiro: el que aseste el primer golpe habrá derrotado al rival.
- MISSION BATTLE: Es el modo de juego estrella, sólo para un jugador, en el que el objetivo será ir superando misiones muy distintas, que en el fondo son pruebas de habilidad del luchador, son misiones muy diferentes y de distinta dificultad que se desarrollan a lo largo del mundo. Hay más de 20, y con los puntos que consigamos podremos acceder al Museo y descubrir secretos.
- PRACTICE: Es el lugar ideal para conocer el repertorio de golpes de cada luchador, que debido a su extensión, os puede llevar un tiempo. Aprenderse todas las técnicas de un luchador en concreto es la mejor forma de disfrutar de este juego.
- TIME ATTACK: En este caso el objetivo reside en acabar con el mayor número de luchadores en el menor tiempo posible. Aquí son fundamentales los golpes contundentes que tumben al rival de forma fulminante.
- TEAM BATTLE: Consiste en formar un equipo de hasta ocho luchadores y combatir contra la máquina o contra un amigo.
EL MUSEO: En este museo, gracias a nuestras victorias en el Mission Battle, podremos acceder a gran cantidad de secretos, entre ellos nuevos luchadores y escenarios.
- PROFILES: Dentro de esta opción podemos ver a cada luchador en su propio escenario, descubrir toda su historia y características, jugar con las cámaras y el zoom y escuchar todos los gritos con los que cuenta cada uno.
- ILUSTRACIONES: Lo que encontraremos serán ilustraciones de los personajes, de índole muy diferente. Habrá carteles, dibujos manga, posters, etc. Con los puntos que consigamos podremos ir comprando más ilustraciones.
- EXHIBITION: Podremos ver a los luchadores habiendo virguerías con sus armas.
- HISTORIA: Toda la historia de Soul Calibur está recogida aquí.
- BATTLE: Combates de exhibición con ambos luchadores manejados por la máquina.
- OPENNING: Podemos editar la intro del juego, colocando a cualquier personaje.
Es de los juegos más jugables de la historia. El control es insuperable, los golpes tienen la complicación justa y es muy intuitivo. Tanto peleando con un amigo como jugando solo, es una fuente inagotable de diversión.
En fin, ponedlo en el televisor más grande que podáis, subid el volumen al máximo y… ¡alucinad!
No Comments