Entender de videojuegos, un juego complicado

El número de páginas y blogs independientes acerca de opiniones y críticas de juegos ha crecido de un modo exponencial durante los últimos años. Nosotros somos uno de ellos y lo cierto es que cualquiera puede ponerse a escribir acerca de algún juego y en muchas ocasiones hacerlo mucho mejor que publicaciones de renombre debido a la gran cantidad de artículos y análisis patrocinados que existen.

¿Puede cualquier inútil ponerse a escribir acerca de algún juego?

Sí, sin duda; además es bastante habitual, incluso nosotros lo hacemos. Lo que veo con menos frecuencia son los análisis constructivos que en ocasiones van incluso contra los principios del redactor, cuestionándose a sí mismo si tiene razón y documentándose para explorar entre las entrañas de la historia y del propio desarrollo de los títulos. Cuando nos ponemos delante de algo que queremos analizar es hora de dejar los prejuicios en la puerta de casa e informarse acerca de cómo poder disfrutar del mejor modo de un producto aunque a priori pueda parecernos que no hay por dónde cogerlo.

¿Quién entiende y no entiende de videojuegos?

Si le preguntas a cualquier chaval de entre 12 y 16 años que juegue de vez en cuando te dirá que entiende y supongo que muchos serán incluso capaces de hacer críticas más o menos buenas de productos recientes y unos pocos incluso realmente sabrán de lo que hablan. Al menos para mí, casi cualquier persona que se ponga a criticar un juego por no ser HD o por no ir a 60 FPS me parece un patán, aunque tenga razón. Me parece muy respetable que lo haga, ya que cada uno tiene sus preferencias, pero otra cosas es que me intenten convencer. Existen infinidad de malos juegos a 1080 de resolución que van a 60 FPS.

Sin embargo, considero que aquellos que entienden son capaces de ponerse delante de un juego de hace 20 años y pasarse la tarde con él sin quejarse de los gráficos, valorando el esfuerzo y la innovación que sus desarrolladores han puesto en su día. En cierto modo es imprescindible volver a aquella cálida tarde de octubre del año 94 cuando Doom comenzó a distribuirse. Del mismo modo, han de tenerse en cuenta factores que limitan a una plataforma como su hardware, valorando incluso aquellos juegos de la Atari 2600 que corrían sobre un procesador de poco más de 1 Mhz.

¿Pero es que hay que ser un carca para entender?

No creo que sea necesario ser una momia para saber de lo que se habla, pero la documentación y la experiencia son imprescindibles a no ser que el objetivo del redactor sea el de analizar texturas y efectos de iluminación dinámica. Por ejemplo, juegos como Crysis y en cierto modo Halo han demostrado por dónde deberían ir los tiros del género de los shooters, pero la mayoría sigue prefiriendo jugar a Call of Duty. ¿Son víctimas por inercia del marketing o lo son de analistas poco experimentados?. No, confiemos en que no son tontos; de lo contrario estaríamos escribiendo para tontos, lo cual también nos incluiría a nosotros mismos en el saco. Yo no soy en absoluto un analista experimentado y por eso me disculpo en ocasiones por si las lecturas son aburridas, pero sí creo que tengo criterio o que al menos puedo redactar críticas constructivamente. De todos modos hay cosas que los viejos no entendemos demasiado bien como el tema de los DLCs o el de los E-Sports; antes era suficiente con exterminar a tus oponentes en un mapa creado por un desconocido con el editor de niveles del juego para pasar un buen rato sin tanta repercusión mediática.

En fin, que mi reflexión ha entrado en un bucle. En realidad os he soltado este rollo para contaros que existen pequeñas joyas olvidadas por ahí escondidas. No, no es cierto; en realidad quería rajar un poco de otras páginas en las que dan notazas a juegos que a mi me parecen subproductos y quería preguntarme por qué casi nadie visita nuestra web. No, tampoco, lo que quería deciros es que juguéis a Faster Than Light, el mejor juego que he probado en lo que va de década. La realidad es que tenía unos minutos muertos y me apetecía escribir un poco.