Streets of Rage / Análisis (Mega Drive – 1991)
Corría el año 1991 cuando Sega, tras el éxito de Golden Axe y Alien Storm, decidió lanzar su beat ‘em up de acción contemporánea para completar la lista. Streets of Rage ha sido incluido en todos y cada uno de los cartuchos recopilatorios de Mega Drive, así como en los típicos packs de juegos retro que han aparecido en consolas más modernas.
De qué va Streets of Rage
Básicamente, el juego pertenece al género que en inglés se denomina beat ‘em up , que en nuestro idioma se traduce a juego de «ir p’alante», consistiendo en dar ostias a todo sprite viviente que se nos va apareciendo en pantalla para, como no, salvar a la ciudad o al mundo del malvado Mr. X, nombre tremendamente original para el jefe de la mayor organización criminal de la ciudad. Mr. X es -como diría el mítico Tito Mc-, el que corta el queso, el que te «focka», el que te parte la boca y también el encargado de fichar a unos secuaces más inútiles que el cenicero de una moto. Aunque todos sabemos que para divertirnos, lo que cuenta es el número y no las aptitudes de los mismos. Como no podía ser de otro modo, Mr. X nos suelta los enemigos a los pocos para que vayamos dándoles su merecido en grupos de 2 a 6, pero es en el final de cada fase cuando se nos presentan los míticos jefes finales. Los jefes de final de nivel de Streets of Rage están alimentados con las morcillas que la abuela de Mr. X le trae del pueblo, con un ingrediente especial a base de hormona del crecimiento y que comidas en grandes cantidades hacen que la envergadura del que las coma aumente en más o menos un 65%; sin duda, lo mejor del juego.
Podemos elegir entre 3 personajes jugables: Alex, Blaze y Adam (o el estándar blanco, negro y tía buena de la época). Cada uno tiene sus propios datos, que podremos ver si vemos la introducción hasta el final.
- Adam Hunter: Tiene mucha fuerza y es bueno saltando, pero es bastante lento.
- Axel Stone: Es fuerte y se mueve rápido, pero es malo saltando.
- Blace Fielding: Se mueve rápido que los demás y es buena saltando, pero es el personaje más débil.
Gráficos de otra época
Gráficamente, el juego no es ninguna proeza para el año 91, aprovechando las mecánicas básicas y tamaños de Sprites de Golden Axe, algo que quizás no esté demasiado acorde con la moda de la época, quedando gráficamente un poco por debajo de su directo competidor, Final Fight. Debido a este tamaño de sprites, las animaciones podrían ser mejorables a pesar de no ser malas. Por otro lado, ésto permitirá otras ventajas como un mayor campo visual y obteniendo así un pequeño toque de distinción.
Los escenarios son los típicos barrios bajos, parques a media noche, puentes en construcción… vamos, que a nuestros protagonistas, gracias a dios, no les va el rollo de pillar el bus y prefieren pasar por los peores lugares de la ciudad porque si no, no hay juego. De todos modos, cada nivel tiene una personalidad propia, por lo que será todo un placer recorrer los escenarios hasta llegar a la fortaleza de nuestro gran enemigo.
Sistema de control
Todos los personajes se manejan del mismo modo, existiendo sin embargo pequeñas diferencias entre ellos. Tenemos el botón de dar mamporros, botón de salto y botón de llamar a la poli, de la que le hablaremos más adelante. Podemos combinar también salto y puñetazo para asestar una patada y quitar algún que otro diente e nuestros contrincantes. Podríamos decir que la combinación de salto + patada es lo que repetiremos en el 90% de las ocasiones salvo para algún jefe final o algún otro enemigo atípico al que Mr. X ha entrenado con la táctica de la anti-patada. Es importante mencionar que también es posible realizar un pequeño golpe hacia atrás que nunca utilizaremos.
A mayores del combate cuerpo a cuerpo, podremos recoger cuchillos, palos de golf, tuberías y botellas para utilizarlos como arma, siendo la culminación del juego, al menos para mi, el momento del primer golpe con la botella. Creemos que John Cobra participó en la creación de este juego durante su infancia, aportando sus conocimientos acerca del «golpe del botellazo». He de decir que la botella se romperá en el primer golpe y, aunque podremos seguir utilizándola, ya no será lo mismo. Si estamos usando el cuchillo y el enemigo está lejos, podremos lanzárselo, aunque éste será poco práctico a corta distancia. Las mejores armas son sin duda la tubería y el palo de golf, con las que ampliaremos considerablemente nuestra distancia de ataque.
Si jugamos al modo de dos jugadores, podremos hacer pequeñas táctica como agarrar a nuestro compañero y lanzar a éste por los aires para que golpee con más fuerza a los enemigos. Es algo que realmente no usaremos demasiado, pero se agradece.
Como decía, tenemos un botón para llamar a un coche patrulla de la policía, momento en el que la pantalla se desplazará hasta el inicio del nivel y veremos aparecer un coche del que salen 2 polis que, disparando un bazooka, bombardearán la zona en la que nos encontramos, eliminando a nuestros enemigos o quitando gran parte de la vida a los jefes finales. Podremos llamar a dicha patrulla una sola vez por nivel, aunque en ocasiones recogeremos un objeto extra con el que podremos llamarla alguna vez más. A mi me gusta pensar que nuestros personajes tienen un smartphone de última generación de estos que tiene una batería muy cutre y que además la agotan ultra rápido, siendo precisamente baterías lo que recogen para poder usar el teléfono.
Elenco de enemigos
Los enemigos estándar serán matones callejeros, expertos en artes marciales, karatecas que nos lanzarán por los aires… y según jugamos, llegaremos a un punto en el que ya no nos intimiden, por lo que Mr. X aplica la táctica de rociar a sus secuaces con un spray, cambiando su color para que pensemos que están a otro nivel y, en cierto modo, el efecto placebo es al menos aceptable. Se trata de un recurso muy utilizado por los villanos de la época. Lo mejor del juego son los jefes finales, requiriendo cada uno una táctica específica para lograr que su barra de vida se agote (que por cierto, son los únicos que disponen de la misma a parte de nosotros). Estos jefes también reciben su ración de spray y se nos aparecerán 1 o 2 veces más como mínimo, siendo en la excelente fase final cuando se nos repitan todos ellos de nuevo…. y sin ayuda de la poli!!
A estas alturas nos estaremos imaginando que el jefazo final del juego es un crack de las artes marciales o al menos, de los mamporros discotequeros, resultando curioso que sea el único enemigo del juego en utilizar un arma de fuego.
La gran banda sonora del juego
He dejado para el final uno de los mejores aspectos del juego; la música. Lo cierto, es que aunque los efectos sonoros dan sencillamente el pego, la banda sonora es sensacional. Compuesta por Yuzo Koshiro, los temas son una mezcla de techno y música caribeña, sacando lo mejor del chip dedicado a estas labores en MegaDrive. Yuzo creó algo así como un lenguaje de programación para tonos musicales denominado ML -Music Macro, utilizado sucesivamente en más juegos, aunque en mi opinión, con menos éxito. En su día le hemos dedicado un pequeño apartado a la banda sonora de este juego en el artículo de memorables bandas sonoras que podéis ver haciendo click en el enlace. Os dejo también un cover metal del tema principal:
Otro factor importante de Streets of Rage es el modo para dos jugadores, en el que básicamente los enemigos serán más complicados y los jefes finales parecerán por duplicado, aunque es algo que también sucederá la mayor parte de las veces en el modo de un jugador. Destacar también los 2 posibles finales, algo muy novedoso para la época, y los 3 posibles niveles de dificultad. Me lo he terminado en fácil y en normal sin continuaciones; algo relativamente fácil una vez que pillamos la mecánica de cada jefe final.
Por cierto! Aunque lo tengo par Mega Drive, lo juego con el emulador Kega Fusion, el cual os recomiendo encarecidamente tanto para Master System, Mega Drive o Game Gear; mejorando ligeramente los gráficos y la resolución para eliminar el efecto pixelado, pareciéndose más a una TV. De todos modos lo que cuenta es la diversión, por lo que con mejores o peores gráficos, el juego es el mismo a ojos jarcorianos.
Interesante, desconocía ese emulador 🙂
Doy fe de que lo hemos pasado bien con él, aunque nos ha llevado a un par de discusiones por mi culpa al llamar a la policía alguna que otra vez sin necesidad. Algunas veces los nervios me hacen pulsar botones a lo loco, sorry about that ;(
Tranquila; Lo de la llamar sin querer a la poli en este juego es perfectamente natural y normal.
Qué juegazo más mítico, de los de exprimirlo porque no había nada más a lo que jugar, y lo bueno que era.
Totalmente mítico también lo de empezar la partida, caminar un paso Y DARLE AL PUTO BOTÓN DE LLAMAR A LA POLICÍA, con el «me cago en…» si jugabas solo y el «¡Pero tío qué haces!» si jugabas con un amigo. Mi fase favorita era la del ascensor, la peor o bien la del barco por las karatekas jefas finales, o una industrial en la que siempre me mataban las puertas que se cerraban. Con respecto a la fase del ascensor, recuerdo una peli, pero dudo entre varias (era penosa) en la que el protagonista subía por un ascensor y les iba «dando manteca» a los malos mientras subía. Mientras la veía, pensaba: «Coño! Pedazo homenaje al Streets Of Rage!»
Un amigo, por cierto, tiene la caja original del juego, y en la descripción de la parte trasera pone: LAS CALLES DE LA RABIA. JAJAJAJA
SPOILER: una vez le di a que sí quería trabajar para el malo, me mandó de vuelta a la misión 6 y me empecé a cagar en todo. xD
Mirad este vídeo:
http://www.youtube.com/watch?v=tnM6AMLFIw8
Esto es lo que debería suceder en realidad. XD
Jajaja y… spoiler; si vuelves a llegar a el y lo matas; tienes otro final que, tras años teniendo ese juego, descubrí en otro día. Es el mismo que si juegas de 2 y decides matar a tu compañero.
Calles de rabia XD «Destroce las calles en el videojuego de furia mas avanzado» y perlas similares que se han perdido definitivamente por culpa de steam y la posibilidad de corregir tras la distribución.
Puedo decir orgulloso que las tías apenas me cuestan; los gordos son los jodidos para mi. Miro mañana el vídeo que hay que dormir.