Los juegos sin fin

Hace años le dediqué mucho tiempo a un juego por navegador llamado oGame, que algunos conoceréis. Estuve realmente enganchado al juego, dedicándole muchas, muchísimas horas, invirtiendo tiempo en hacer tutoriales y herramientas para mi alianza, participando en foros y debates de cosas que atañen exclusivamente al juego, administrando alguna cosa y yendo a reuniones y quedadas en donde conocí gente estupenda (sin duda, lo mejor de todos aquellos tiempos en el juego). Ahora, pasados ya 5 años sin jugar y 3 habiendo roto por completo los enlaces de unión con cualquier cosa relativa al juego y, casi casi, con sus usuarios, me empiezo a preguntar si, divirtiéndome como de hecho lo hacía el juego, no habrá sido una pérdida irremplazable de tiempo cada minuto invertido en él.

Todos sabemos que, con la edad, nos volvemos más conservadores. Cuando uno empieza a trabajar y a vivir de sus recursos, se acelera este proceso de madurez que nos lleva a interrogarnos, casi sin querer, sobre qué hemos hecho con nuestro tiempo y en qué lo hemos aprovechado o malgastado. Jamás he tenido la sensación haber desaprovechado tiempo jugando a algún videojuego «de los de toda la vida», leyendo un libro o viendo una película (salvo cuando fui a ver Oblivion al cine), pero sí me asalta la sensación de que todos aquellos minutos jugando a oGame, al juego de navecitas, fueron como tirar mis minutos a la basura, pudiendo haber hecho millones de cosas más útiles; y para más inri, en los mejores años de mi capacidad productiva.

Toda esta introducción es para plantearos lo siguiente: ¿no empezáis algún juego sin principio y sin final, por ejemplo, un World of Warcraft o el manido DOTA, sabiendo que dentro de unos años os arrepentiréis de haber estado jugando a un mata-mata en el que, sí, habréis pasado un buen rato, pero que también lo pasaríais leyendo un buen libro, trabajando y ganando dinero o pasando más tiempo con vuestra familia? ¿No creéis que vuestro yo del futuro vendrá a asaltaros, dentro de unos años, pidiendo cuentas por los libros sin leer de la estantería, las obras maestras de cine y videojuegos sin probar mientras acumulábais horas de Team Fortress, Farmville o League of Legends o ese familiar que ya no está, que echas de menos y que te arrepientes de no haber cuidado más?