Kane & Lynch: Dead Men / Análisis (PC, XBox360, PS3 – 2007)

IO Interactive, creadores de la famosa saga Hitman, nos traía a finales del año 2007 la primera entrega de otra nueva saga, Kane & Lynch. Tras Freedom Fighters fue el segundo juego de la empresa que no pertenece a la saga Hitman, estando éste orientado a la acción directa y a ser jugado en cooperativo gracias a la inclusión de dos personajes protagonistas, Kane y Lynch.

Los antihéroes

Kane es un mercenario condenado a muerte por sus múltiples asesinatos y fechorías, pero su vida antes era distinta, puesto que trabajaba de consultor para importantes empresas. Su vida dio un giro cuando su hijo de dos años encontró su pistola en casa y se mató a sí mismo accidentalmente de un disparo, siendo culpado por su esposa de lo ocurrido. Kane rompe con su vida y deja tanto a su esposa como a su otra hija de 5 años para comenzar una nueva vida que entre unas cosas y otras lo llevan a ser un mercenario que se vende al mejor postor. Kane entra a formar parte de un equipo criminal, narcotraficante y golpista denominado Los 7, pero tras 13 años a sus servicio y al final del trabajo con el que se retiraría, todo sale mal y Kane cree que todos sus compañeros han muerto, huyendo con el botín pero siendo capturado poco tiempo después. Al final resulta que sus compañeros no han muerto y a parte de recuperar lo que les pertenece, quieren vengarse de la traición que creen que Kane realizó contra ellos, entrando en juego Lynch, nuestro segundo protagonista.

Lynch es un paranónico, esquizofrénico y tarado mental en general que en lugar de tratarse recurre a la automedicación por no considerar su enfermedad como algo demasiado preocupante aunque sus ataques de locura terminen casi siempre del modo más violento posible.  Su pasado nos será revelado en parte durante el juego, por lo que no puedo contaros más detalles, pero sí os digo que este personaje es de lejos el mayor acierto del juego. Es impredecible cuando se le va la pinza pero sus comentarios tampoco nos dejarán indiferentes cuando está cuerdo.

Lynch está en la cárcel junto con Kane y los supervivientes de los 7 les facilitan la fuga mientras son transportados en un furgón policial. Los 7 han secuestrado a la esposa y a la hija de Kane y quieren proponerle el trato de no matar a su familia a cambio de la suya y de que su dinero les sea devuelto. La tarea de Lynch será la de conseguir que Kane consiga el dinero que les pertenece y a la vez vigilarlo para asegurarse de que todo va bien.

El concepto

La idea del juego es ofrecer unos tiroteos al estilo de la galardonada película Heat, dirigida por Michael Mann y en la que Al Pacino y Robert de Niro compartían pantalla. Si la habéis visto, está más que claro que en IO se han inspirado en Waingro para crear a Lynch, siendo ambos idénticos en apariencia e idas de olla. Los tiroteos callejeros y sobre todo la misión del atraco a un banco también nos resultarán familiares, así como un tiroteo en una discoteca similar al de Collateral, otra película de Michael Mann.

¿Se parecen o no?

Kane & Lynch se juega en tercera persona y como decía, está pensado para ser jugado en cooperativo aunque solamente se nos ofrezca un modo en pantalla partida verticalmente que limita bastante nuestro campo de visión. Si jugamos a solas, nos enteraremos más de lo que pasa pero seremos víctimas de la inteligencia artificial más bien pobre de nuestro compañero, no existiendo para nada un buen modo de disfrutar del juego. Si nos olvidamos de ésto por ahora, nuestros personajes hacen lo típico que se suele hacer en este género tras la dominación del mismo por parte de las consolas: Caminar, correr, cubrirse, portar un arma principal y una secundaria, lanzar granadas, presionar un gatillo o el botón derecho del ratón para utilizar la mirilla de nuestro arma  y por último, realizar alguna acción como hacer rápel para bajar por cuerdas que únicamente consistirá en una animación cuando un icono nos lo indica en el mapa; es más, de hecho, bajar por cuerdas es la única acción secundaria realizable.

Pero no, es IO han ido un paso más allá y han dotado a su juego de un componente táctico, estando en ocasiones al mando de dos o tres hombres adicionales a los que podemos ordenar que nos sigan, que esperen o que ataquen donde les indiquemos. Por si fuera poco, también hay un pequeño acercamiento al tema del sigilo que dura algo menos de 3 minutos, pero la opción ahí está. Se han intentado crear unos efectos de sonido realistas, una buena banda sonora y  además el juego viene doblado al castellano por parte  del equipo del que Tomás Rubio solía formar parte, aunque por esta época ya se dedicaba a otras cosas.

El resultado de Kane & Lynch

El cóctel, aunque sencillo, podría haber sido explosivo e ir a parar directamente al Olimpo del ocio digital… pero la realidad es que el juego es una porquería cuya mejor virtud es ser extremadamente corto para no hacernos seguir jugando, más corto aún que cualquier Call of Duty.

El sistema de cobertura automática casi nunca funciona, siendo más eficiente ir a saco a la vieja usanza de los shooters clásicos antes que arriesgarnos a no poder cubrirnos y que nos pongan a caldo en el intento.

La historia se desarrolla sin cinemáticas o escenas entre las misiones, por lo que aunque hace 5 segundos estuviéramos escapando del rescate de unos compañeros en la prisión estatal, apareceremos sin transición alguna pegando tiros en mitad de toda una gran guerra civil en la isla de Cuba. Los cambios son demasiado repentinos y hacen que perdamos la noción de lo que está pasando, además estropear la ambientación y de perder aprecio por los personajes.

Aunque podremos intercambiar armas con nuestros compañeros, el sistema de inventario no termina de cuajar.

Los escenarios están en su mayoría totalmente vacíos, por lo que aunque los pocos que hay sean variados y estemos disparando en una discoteca llena de gente, en el fondo no habrá nada más que 4 columnas y una barra en una enorme sala vacía. Otros escenarios como la selva serán ricos en objetos 2D que podrían haber dado el pego cuando el primer Hitman salió al mercado en el año 2000, pero no ahora. Resulta paradójico que la vegetación del primer Hitman fuese adelantada a su tiempo, estando cada hoja y cada rama diseñada individualmente, respondiendo por separado al contacto de nuestro personaje, algo que aún ahora muchos juegos no realizan. Es como si para Kane & Lynch el equipo de IO hubiese seleccionado los mayores defectos de sus anteriores juegos para incluirlos en el título y que además hubiesen eliminado cualquier rastro de virtud o relación técnica con el mundo del agente 47.

La interacción por los escenario os obviamente nula y su diseño un desastre, estando habitualmente compuestos por pasillos y salas lineales que eliminan toda sensación de libertad. En un nivel en el que tenemos que actuar como francotiradores y tenemos que mirar a lo lejos, veremos texturas y efectos incluso peores que los del Aliens: Colonial Marines. En general, nuestros enemigos nos dispararán desde una distancia tan lejana que apuntar será un acto de fe, acercándonos involuntariamente a la pantalla a los pocos para intentar ver mejor aunque, eso sí, como en el juego las armas apenas tienen retroceso, si acertamos en el blanco, habremos dado a nuestro enemigo.

Aunque llegaremos a ver bastantes elementos en pantalla, el nivel gráfico del juego es en general bastante pobre. Lo más destacable es diseño de los protagonistas y, como veis, es regular.

En cuanto a al inteligencia artificial, nuestros enemigos intentan cubrirse, pero su actitud suele ser más bien suicida, no preocupándose de si están cubiertos detrás de una farola, una silla o una pared. La inteligencia artificial aliada nos da la oportunidad de participar en las misiones con un séquito de inútiles cuya única utilidad es darnos munición cuando se nos termina, puesto que habitualmente querremos que se queden en un lugar alejado para que no molesten, puesto que a parte de no dar una, se exponen con mucha facilidad si es que nos les da por quedarse atascados. Os explicaré algo que me ha pasado en la misión final del juego:

Estoy a punto de subirme e un barco con Lynch pero cierto personaje al que llamaremos Jaimito necesita estar con nosotros para finalizar la misión. También está con nosotros un aliado y otro tío que ha aparecido de repente y dado que actúa quedándose quieto al igual que otros aliados puesto que a algunos no podemos darles órdenes, deduzco que es un segundo aliado. Resulta que, aunque se supone que Jaimito debe seguirnos en todo momento porque no podemos darle ódenes, éste ha optado por no moverse del lugar en el que comienza la misión. Como nuestros aliados aparecen y desaparecen cuando les da la gana no sabemos en dónde está, pero tras mucho buscar y rezar un par de oraciones a San Antonio, encontramos a Jaimito y conseguimos que venga con nosotros. Tras regresar al final del nivel, el segundo aliado resulta ser un enemigo que estaba esperando a la ejecución de un Script para matar a Jaimito… y mira que había disparado al segundo aliado para comprobar si era o no colega, pero basta un disparo suyo para matar a Jaimito e iniciar un Script en el que Kane se desplaza andando durante muchos metros a paso de tortuga (podemos prepararnos la cena mientras tanto) para ayudar » a la desesperada» a Jaimito, cuyo cuerpo inerte yace en el suelo. Tras este bug y una escena cinemática corta más sosa que un vaso de agua de la traída, termina el juego con unos créditos repentinos que además se ven borrosos, superpuestos y distorsionados por otro bug.

En Kane & Lynch, un juego desarrollado por decenas de personas, incluso los créditos no funcionan y tienen bugs.

Las animaciones de los personajes son más bien robóticas y las caras inexpresivas. El sonido de las voces es extremadamente bajo en comparación con los sonidos del resto del juego, pero es que además, apenas escucharemos la música de lo bajo que suena en comparación de los efectos de sonidos. Aunque podemos modificar los volúmenes por separado desde el menú de opciones, no se guardan si salimos del juego y además jamás lograremos una buena combinación para disfrutar de los sonidos del juego.

Hay que reconocer que las localizaciones de las misiones sí son variadas.

La curva de dificultad del juego no es lineal, teniendo que afrontar en ocasiones momentos frustrantes como los típicos 10 segundos de juego que tenemos que repetir 20 veces para poder pasar al siguiente punto de guardado, con intro de 30 segundos que no nos podemos saltar incluida. Podemos saltarnos todas las intros del juego salvo aquellas que incluyen un momento de estos jodidos que parecen una hemorroide tras finalizar la escena. Aunque las acciones a realizar en el juego son totalmente obvias, existe una en concreto para la cual tendremos que mirar qué hacer en alguna guía por internet, puesto que tras  haberla repetido 20 veces e incluso tras haber mirado una guía y haberlo logrado, creo que jamás hubiese sido capaz de deducir ninguna relación obvia entre causa y efecto. Tenemos 3 niveles de dificultad: aspirina, codeína y morfina, pero dado que no merece la pena invertir demasiado tiempo en el juego, recomiendo uno de los dos primeros. Con respecto a las versiones del juego, he tenido la oportunidad de jugar tanto a la versión de XBox 360 como a la de PC y es sin duda mucho más sencillo apuntar en la versión de PC, no siendo lastrados por el lag del stick del mando a al hora de fijar el ángulo de tiro.

La discoteca: A la vez tan llena y a la vez tan vacía…

La reflexión

El planteamiento del juego es excelente, pero ha sido llevado a cabo del peor modo, siendo el producto resultante difícil de recomendar. Los personajes, en especial Lynch, tienen un potencial muy bueno, pero hubiesen quedado mejor en otro juego. Al parecer el bajo presupuesto del juego unido a la falta del tiempo han sido los culpables de que el título se parezca más a una preview jugable que a un producto final. La segunda parte, denominada Kane & Lynch: Dog Days es ligeramente mejor, pero no sube demasiado el listón. Me quedo con grandes momentos en los que el juego nos engaña para hacernos vivir de lleno lo que sería una ataque de esquizofrenia, sintiéndote totalmente incomprendido ante los demás; me explico: Aunque el juego es bastante bruto, ni Kane ni Lynch tenderán a matar a gente inocente, pero llegados a un determinado momento, si jugamos en cooperativo veremos cómo nuestro compañero de viciadas comienza a cargarse a todos los civiles que se encuentra. ¿Qué coño haces? Le preguntará tanto Kane a Lynch como nosotros a nuestro compañero de viciadas. Ésto está petado de polis, responderán tanto Lynch como nuestro compañero sintiéndose incomprendidos… y bastará mirar a la pantalla de nuestro compañero para descubrir que él está viendo policías en donde en realidad solamente hay civiles. En resumen; una gran idea desperdiciada a la que por algunos buenos momentos y por intentar se diferente resulta complicado suspender aunque en realidad se lo merezca.

No esperes demasiado de Kane & Lynch porque cortarás la cuerda.

Si ves el juego a menos de 5 Euros, no sabes qué hacer durante 6 horas, estás aburriéndote con un amigo y no tienes otro juego mejor a mano, te entretendrás un rato, pero no busques en este título una gran experiencia jugable.