Need for Speed: The Run / ANÁLISIS (PC, XBox360, PS3 – 2011)
Como todos sabemos, la saga Need For Speed va de conducir coches exóticos y muy caros, de esos delante de los que posamos en una foto cuando los vemos por la calle y que con suerte, podremos alquilar para dar una par de vueltas por nuestra ciudad y presumir un poco… aunque siempre están los más afortunados que a todos nos dan envidia y de los que decimos lo bien invertido que estaría el dinero que ha costado el coche donado a alguna ONG para la perforación de pozos en África. ¿Qué hacemos con dichos coches? Pues conducirlos con un estilo muy arcade pero que en ocasiones ha tomado un rumbo tirando más hacia la simulación, como el caso del excelente Need for Speed: Porsche o los notables Need for Speed: Shift. Las persecuciones policiales, pilar fundamental de toda carrera ilegal, siempre han ido apareciendo y ausentándose juego tras juego.
Un poco de historia
El primer Need for Speed nos llegaba en el año 1994 y tras innumerables entregas de la saga en las que el juego debería supuestamente haber evolucionado, nos llegó Need for Speed: The Run tras la friolera de 17 años. En este análisis no veremos un resumen o evolución de cada juego de la saga, por lo que sencillamente haremos referencia a ese punto de inflexión llamado Need for Speed: Underground en el que la desarrolladora Black Box, ahora propiedad de Electronic Arts, dio un giro a la saga en el año 2003, brindándonos una gran variedad de turismos que poder tunear y con los que teníamos que competir en una serie de eventos nocturnos. Tras las primeras películas de The Fast and The Furious, el tema del tuning estaba de moda, por lo que de aquellas era todo un placer ir mejorando poco a poco nuestro coche y hacer un uso adecuado de nuestra limitada capacidad de óxido nitroso para poder ir arañando unos segundos. Tras Need for Speed: Hot Pursuit 2 lanzado tan solo un año antes, podemos decir que Black Box hizo un excelente trabajo en un terreno que hasta ese momento estaba inexplorado.
Hemos dicho que no haríamos un repaso a la saga, pero resulta inevitable hacerlo para poder intentar explicar la existencia del juego que analizamos. Tras varias entregas de la saga, la desarrolladora fue perdiendo la capacidad de innovar y eso se notó en sus ventas tras la salida del regular Need for Speed: Carbon en 2006. A su vez parece que fueron viendo cómo otro estudio llamado Criterion fue ganando popularidad con una famosa saga de juegos de conducción que todos conocemos llamada Burnout. En Burnout participábamos en una serie de carreras a velocidades totalmente surrealistas para ir ganando medallas y así poder desbloquear nuevos eventos. Entre otras cosas, en Burnout podíamos ganar turbo derrapando o conduciendo por el carril contrario y hacer chocar a nuestros oponentes empujándolos fuera de la calzada para hacerles un Takedown. En dichos momentos, la cámara se alejaba del coche para poder ver el accidente de nuestro rival y, además, se volvió a la era del Spectrum en cuanto a colisiones se refiere, viendo una cinemática de nuestro coche destrozándose cada vez que el juego decidía que habíamos colisionado. Burnout fue un juego divertido y una excelente opción para los que buscaban velocidad sin estar demasiado pendientes de cómo responde su vehículo, pero lo cierto es que a la hora de la verdad, era más parecido a un juego de aerodeslizadores que a un juego de coches.
En Black Box fueron agregando elementos de la saga de Criterion poco a poco y entrega tras entrega hasta el punto de poder usar óxido nitroso en casi la totalidad de las competiciones, pero sus entregas de Need for Speed siempre se quedaban a un paso de ser lo que realmente querían ser: Una copia de Burnout. Debido a ésto, en 2010, la propia desarrolladora de Burnout tomó el relevo y desarrolló un nuevo juego de la saga Need for Speed llamado de nuevo Hot Pursuit, definiendo claramente el rumbo de la saga y recibiendo en general críticas bastante positivas. Supongo que en Black Box necesitaban volver a innovar tras la lección que habían recibido, pero resulta que no habían entendido nada.
¿De qué va Need for Speed: The Run?
Black Box decidió dar un trasfondo histórico a su juego presentándonos a un protagonista llamado Jack que debido a sus deudas de juego se ve obligado a participar en una carrera ilegal contra otros 500 oponentes en un recorrido de casi 5000 kilómetros que va desde San Francisco hasta Nueva York. Nada más comenzar el juego asistiremos a una escena introductoria interactiva en la que tendremos que escapar de un vehículo que unos miembros de la mafia están a punto de aplastar en un desguace y, como no podía ser de otro modo, dicha interacción termina basándose en Quick Time Events, también conocidos en la jerga videojueguil como QTEs. Durante el juego habrá varias escenas de éstas y todas ellas se resolverán del mismo modo.
Como veis, en esta entrega no solamente tendremos que escapar de la policía, sino que la mafia también nos acosará en alguna otra ocasión disparándonos desde sus vehículos. Además, una pelirroja llamada Sam que está bastante buena nos acompañará por radio en todo momento para actualizarnos acerca del nuestro estado con respecto a la competición. Lo cierto es que solamente faltaría que Michael Bay estuviese presente en el desarrollo, ¿No? Pues lo ha estado, dirigiendo personalmente el trailer de lanzamiento del juego.
Para este juego se ha hecho uso del motor gráfico Frostbite 2 que debutó con Battlefield 3, teniendo que adaptarse por primera vez a las mecánicas de un juego de conducción. Por un lado, el juego responderá con una tasa de imágenes por segundo bastante constante, pero por otro, da la sensación de que el motor ha podido explotarse mejor tanto en lo referente a los escenarios como en lo referente a los vehículos. Los vehículos no tienen el nivel de detalle de juegos como Forza 4, pero aún así siguen teniendo un diseño muy bueno. Lo mismo ocurre con los escenarios, que serán muy variados; desde paisajes nevados, llanuras que atravesaremos durante un anochecer de tormenta, autopistas o grandes cañones hasta centros urbanos. Aunque estos escenarios no fueron en su día los más avanzados en cuanto a despliegue gráfico, su recreación está muy lograda, dando como resultado unos escenarios realmente bonitos sobre los que da gusto desplazarse y, aunque no tendremos mucho tiempo para ello, contemplar el horizonte.
Jugando a Need for Speed: The Run
Da la impresión de que para este juego han cogido todas esas pequeñas cosas que sobraban a grandes títulos de conducción, las han pasado por la batidora y tras un pequeño lavado, todas ellas parecen haber ido a parar a este juego. Dado que nuestro coche no se romperá, todo se basa en ir a toda pastilla por eventos que no duran más de 3 minutos. En algunos, tendremos que llegar los primeros a la meta dentro de un grupo de no más de 10 participantes, en otros eventos tendremos que atravesar una serie de puntos de control antes de que se agote el tiempo y por último, en otros tendremos que competir contra un corredor en particular. Se ha intentado dotar a algunos participantes de cierta personalidad mediante unas breves escenas cinemáticas, pero lo único logrado son las tetas de las que son de sexo femenino.
Al igual que en juegos como Forza 3, podremos pulsar un botón para repetir un tramo que nos ha salido mal, colaborando con la pérdida de la sensación de que estamos en una competición. Disponemos de 5 intentos y, cuando el juego crea que hemos tenido un accidente grave, se nos mostrará una escena de nuestro vehículo chocando y se nos devolverá al punto de control anterior, perdiendo uno de los 5 intentos de los que disponemos. Si el juego considera que estamos siendo lentos, nuestro coche será también reseteado al punto de control y si nos salimos un solo metro de la calzada para adelantar a un oponente, seremos también reseteados al punto de control. Esto último es especialmente molesto cuando tenemos que adelantar a un coche del tráfico en una carretera compuesta de un carril de ida y otro de vuelta cuando a la vez otro vehículo se acerca por el de vuelta, teniendo solamente la opción de chocar con alguno y volver al punto de control o de adelantar por el arcén y volver también al punto de control. Eso sí, podremos meternos por muchísimos atajos que el juego considere que son atajos, lo cual podremos ver en el mini mapa del que disponemos en la interfaz.
Como decía, las velocidades están totalmente fuera de lugar, pero es que lo de nuestros oponentes es aún peor. La inteligencia artificial del juego reducirá la velocidad de nuestros oponentes cuando vamos de últimos, pero cuando vayamos en las primeras posiciones, seremos testigos de cómo nos adelantan a más de 450 km/h, una velocidad más cercana a la de las Vainas de Star Wars. Como en la vida misma, el óxido nitroso se recargará por arte de magia cuando conduzcamos de un modo agresivo y golpeemos a algún oponente, cuando circulemos más rápido e incluso tendremos habilidades especiales como ponernos al rebufo de un coche y poder salir a toda velocidad para adelantarlo a una velocidad de vértigo, algo que dudosamente se puede explicar con la física y gravedad terrestres. Tener que conducir por el carril contrario porque el juego quiera en un juego de competición, me parece digno de tirar el juego a la basura. Lo realmente impactante será cuando veamos a un coche patrulla de la policía o a un todo terreno de la mafia adelantándonos a velocidades aún mayores… eso sí es inversión en presupuesto para la seguridad ciudadana. En cuando al modo de controlar nuestro vehículo, será algo similar a lo ya visto en juegos muy arcade como los mencionados anteriormente, pero con un tiempo de respuesta algo menor.
El colmo son algunas misiones en las que puedes ir dándote un paseo hasta que llegas el 70% del recorrido, momento en el que te dedicarás a esquivar coches y trenes para, finalmente, resolver la carrera en unos 50 segundos porque de nuevo, así lo quiere el juego.
Los vehículos
Es el pilar fundamental de todo juego de conducción y como no podía ser de otro modo, la variedad es muy amplia, contando con multitud de modelos de las marcas Lamborghini, Pagani, McLaren, Porsche, Bugatti, BMW, Dodge, Audi, Chevrolet, Lotus, Lexus, Volkswagen, Ford, Nissan, Mitsubishi, Aston Martin, Maserati, Renault, Mazda, Pontiac, Lancia y alguna que otra más. Todos los modelos serán coches exóticos, turismos en sus versiones más extremas o los famosos muscle cars que últimamente parecen no faltar a ninguna cita. Los vehículos se deforman algo a medida que vamos chocando pero es algo que no afecta al desempeño de nuestro vehículo. Durante la historia principal, se nos ofrecerá la posibilidad de cambiar de vehículo en algunas ocasiones, pero también podremos entrar en algunas gasolineras que a duras penas se distinguen para poder hacerlo.
Todos los coches dispondrán de diversos componentes para tunear nuestro coche que iremos desbloqueando… ah no, que no podemos mejorar nuestros coches porque ya jugamos con sus mejores versiones… algo normal, supongo, porque si no estaríamos hablando ya de velocidades FTL. Prescindiendo de todo componente estratégico, solamente iremos ganando puntos de experiencia cani-deportiva a medida que jugamos carreras, puntos que nos permitirán desbloquear iconos de jugador y fondos de perfil, algo totalmente irrelevante salvo que seáis de los pocos que en su día jugaron al modo online y, aún así, siento deciros que dichos premios son francamente lamentables.
Modos de juego extra
Además de la historia principal, disponemos de una serie de desafíos que siguen la misma mecánica que las misiones de la historia, pero en este caso iremos ganando medallas y también puntos de experiencia. mediante los puntos de experiencia aumentaremos de nivel y seremos recompensados con nuevos vehículos, algo que desde mi punto de vista es un engaño para enganchar a algún jugador desprevenido que aún sigue interesado en el juego tras finalizar la historia. En serio, no perdáis el tiempo con este juego tras finalizar la historia habiendo las alternativas que hay.
Por último, el juego dispone de un modo multijugador en el que podremos ver los tiempos de nuestros amigos y de otros jugadores para los diferentes desafíos y cómo no, competir contra ellos, pero tras unas cuantas carreras, el juego no dará más de sí. Si, como decía, tu interés es ir desbloqueando fondos e iconos para tu perfil de jugador del juego, adelante, dale una oportunidad a este modo.
¿En qué se resume todo?
Como podéis ver, la propuesta resulta interesante y a la vez arriesgada en su modo historia, pero el caso es que el resultado es un juego corto, poco rejugable y aún con menos interés. Need for Speed: The Run es a un juego de coches lo que un Call of Duty a un shooter en primera persona. Nada que ver con los primeros Need for Speed de Black Box y además, todo el esfuerzo puesto en la creación de un trasfondo que carece totalmente de interés se cae en un saco roto por las mecánicas jugables del juego. Si veis el juego de oferta, quizás podáis pasar una tarde emocionante, que es lo que dura el juego, porque ser, es divertido durante unas horas una vez superados los obstáculos jugables.
No te puedo mentir: jamás le daré una oportunidad (los juegos de coches me parecen malos salvo el Mario Kart) pero me ha interesado el análisis, ya que no conocía nada de este juego. Hay uno que se llama Split/Second que dicen que mola, ¿lo conoces?
Hay muy buenos juegos de coches y las sensaciones que transmiten algunos no se transmiten con otros géneros; intentar hacer todo perfecto y jugarte todo en los últimos segundos para sentir una gran sensación de victoria. Un juego en el que los contrincantes te esperan o te adelantan a 600km/h obviamente no es capaz de lograr ésto. Las carreras incluidas en los juegos de tipo sandbox tampoco me atraen demasiado porque suelen ser bastante chapuceras, aunque la de Mafia en circuito cerrado admito que me gustó… eso sí, en su modo difícil, sin la dificultad reducida tras la salida del parche.
Supongo que en el análisis tampoco intento que alguien le de una oportunidad salvo casos excepcionales ya que, como digo, las alternativas son muchísimas.
Sí, el Split Second me suena pero no me llama demasiado. El NFS: The Run es así pero lo pillé en plan: oh! 2 euros! Vamos a ver cómo son los NFS de ahora… y bueno, ya fui viendo cómo iba el tema a medida que jugaba y como suelo terminar lo que empiezo…
Desde luego, como las cosas antiguas, nada… a mi me paso con los Burnouts… siempre tuvimos el burnout 2 de la ps2 (para mi el mejor juego de coches de estilo «realista» que jugue xD al menos el mas divertido), un dia nos dio por comprar otro burnout (en plan economico) no me acuerdo del nombre, porque fue lo peor que vi en mi vida xD
A mi eso de los últimos Burnout de PS2 de que el 40% de las pruebas sean saltar con el coche, rebotar de un lado a otro e ir explotando para causar daños me parecía muy aburrido. Para chocar ya está el Carmageddon que es muchísimo mejor en esas cosas.
Habeis probado el Burnout Paradise? a mi ese si que me gustó la verdad, ademas después le metieron motos y no se… a mi me pareció divertido jejeje
De todas formas para mi… donde este el Gran Turismo… jujuju
Hace poco estuve tanteando el Need For Speed Rivals para Ps4… pero pfff, casi que me espero a Project Cars, que para arcade ya esta el driclub.